Darryl había decidido en ese momento.

Él solo pudo encontrar la oportunidad de robar la Esencia de Dragón de vuelta de Quincy ya que no podía obtenerla de la Emperatriz.

‘¿Qué?’. Aquellos pocos funcionarios civiles se quedaron atónitos y furiosos en sus corazones en ese momento al ver la acción de Darryl.

‘¡Este maldito eunuco!’.

‘Su Majestad le permitió no arrodillarse en el futuro, pero aún debería arrodillarse ahora para mostrar su gratitud. ¿Cómo se atreve a sentarse de inmediato? ¡Qué rebelde!’.

La Emperatriz también frunció el ceño pero no reprendió a Darryl ya que ella tenía una personalidad generosa.

La Emperatriz miró a los pocos funcionarios después de beber un poco de té y sonrió. “Mis queridos funcionarios, ha pasado un tiempo. ¿Alguien tiene un buen verso para mí?”.

El hermoso rostro de la Emperatriz se llenó de urgencia cuando dijo eso.

¡Una nevada primaveral ocurrió en la Ciudad Real hace dos días! Todo el palacio quedó bellamente cubierto por la nieve plateada.