Capítulo 1133
Al otro lado de la superficie del cañón, más de diez mil personas se pararon de forma intimidante cerca del borde del acantilado. El líder vestía una túnica de dragón dorado y exudaba un aura de mando. ¡Era el Emperador del Nuevo Mundo!

A su lado estaban la Comandante Sloan y el Secretario del País.

“Su Majestad, la princesa, está en este cañón”, dijo el Secretario del País, señalando el acantilado.

“¡De prisa! Bajen por las escaleras y las cuerdas. Todos, vayan a buscar a la princesa. Rescátenla. ¡Sin equivocaciones!”. El Emperador del Nuevo Mundo se puso ansioso mientras agitaba su gran mano.

“¡Sí su Majestad!”, respondieron más de diez mil tropas reales.

Bajaron las escaleras y las cuerdas por el borde del acantilado y rápidamente descendieron uno por uno. Había miles de cuerdas colgando del acantilado.

Más de diez mil tropas reales habían llegado al fondo del cañón en menos de diez minutos.

Inmediatamente después de ello, bajo la protección de la Comandante Sloan y el Secret
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