Era Darryl.

Darryl sonrió al mirar a Stephen; no estaba nada nervioso. Darryl ya sintió su presencia en cuanto Stephen entró en la mansión.

Entonces, Darryl le siguió en secreto y estaba a punto de derribar al intruso cuando le oyó hablar de la Esencia de Dragón. Se alegró de que alguien más le ayudara a localizar el tesoro, pero cuando Stephen sacó su espada, Darryl no tuvo más remedio que mostrarse.

"Darryl, ¿eres un cerdo? ¡Seguro que duermes como uno! ¡Ni siquiera sabes que alguien ha entrado en la casa! ¡Rápido! ¡Sálvanos!".

Tiffany estaba preocupada y enfadada cuando apareció Darryl, así que le regañó. ‘¡Qué guardaespaldas tan débil! ¿De qué le sirve estar aquí?’.

Darryl pudo percibir el enfado de Tiffany; había una expresión conflictiva en su rostro. "Segunda señorita, me ha prohibido entrar a su habitación y también la de la Primera señorita".

"Tú...".

Tiffany estaba furiosa; dio un pisotón. "¡Bien! ¡Te permito entrar ahora!".

‘¿Este Darryl tiene su cerebro con él? ¿En