Thor - Tenéis que ver esto. - Anuncia e inmediatamente pasamos al salón, donde hay un pequeño televisor en un panel de la pared.- El cadáver del empresario Gutemberg Massari ha sido encontrado esta mañana en el interior de su coche, en el garaje interior de su edificio, con tres orificios de bala. El delegado a cargo del caso...- ¡Mierda! - grita Raven con disgusto. Así es, y yo no me quedo atrás. Saber que Gutemberg Massari está muerto es un mal presagio. Eso significa que Darlan Guerra ya sabe que lo sé, y probablemente penetrar en ese grupo no será tan fácil como pensaba.- Tenemos que pensar en un nuevo plan. - responde Raven pasándose las manos por el pelo.- No, seguiremos con el plan original.- Pero, Thor, nadie nos contratará. Darlan se fijará en esos detalles y las empresas nunca contratarán a novatos con poca antelación.- Encuentra un empleado que pueda ser comprado. Todo el mundo tiene su precio, ¿verdad? Este es el plan...*** Es última hora de la tarde cuando llego
Thor Dicen que el poder de dominación de una mujer es mil veces mayor que el de un hombre y estoy sintiendo esta realidad en mi piel. El poder que Nina tiene sobre mí es irrevocable. Ahora mismo debería estar cabreado con ella por mostrar tanto de su cuerpo a mis hombres, pero bastó un susurro junto a mi oído para que perdiera el control y me encadenara a sus pies, y me desviví por ella. Chupé su amor, me empapé de su placer, me ahogué en su intensidad y me enredé en sus redes.- Ojalá no tuviera que salir de esta cama hoy -murmuro suavemente contra la piel de su nuca y dejo un pequeño beso allí, sintiendo cómo su piel se estremece por todas partes. ¿Has visto lo que quiero decir? Ella es como una droga pesada que ha penetrado en mi organismo y ha llegado al órgano más importante de mi cuerpo... mi corazón. Oigo el sonido de su respiración grave y despierto de mis ensoñaciones.- Entonces quédate aquí conmigo. - La invitación es tentadora, pero simplemente no debo hacerlo. Así que es
Thor Tras dejar a mi bestia con su equipo debidamente reunido, me dirijo directamente al cuartel para reunirme con mis parsas, Raven y Yang. Hoy tendremos una charla amistosa con uno de los dueños del Buffet Mont Blanc y así, pondremos en marcha nuestro plan.- ¿Alguna novedad? - pregunto al entrar en la sala de reuniones.- Uno de nuestros infiltrados me ha informado de que Guerra tiene compañía para esta noche.- Ah, sí, ¿quién? - pregunto curioso, al fin y al cabo, Guerra no es hombre de dejarse atrapar, es decir, de entregarse al amor o a las cosas del corazón. Puedes sacar tus propias conclusiones con la forma en que trata a su propia familia. En respuesta a mi pregunta Yang hace un gesto despectivo.- Una mujer, sin embargo, no sabemos nada de ella, ni siquiera su nombre. Pero, nuestro espía dice que está ocupando una de las habitaciones de invitados.- Pídele que averigüe quién es, es importante que sepamos quién está cerca de Darlan. Podría ayudarnos en algo, o sernos útil de
Thor - ¡Thor, lo sé!- ¿Lo sabes? - Nina parece sorprendida, pero yo no. La chica se encoge de hombros.- Quién no lo conoce, Nina, ¡por el amor de Dios! - murmura y me tiende la mano. - Jude Petrucio Guerra. - Ah, la hermana menor de los Guerra -digo estrechándole la mano. - En realidad, la menor es Maya. Debe de estar por aquí.- ¿Maya también ha venido? - interrumpe Nina entusiasmada.- Claro que ha venido. ¿No reconoces a Petronio Valusky? - Señala a un hombre alto y calvo al otro lado del pasillo. Petrucio y Valusky son dos gángsters rusos. Hombres sin corazón, donde la maldad despiadada corre caliente por sus venas, lo que me dice que Darlan Guerra se rodeó de hombres poderosos sólo haciendo contratos matrimoniales y vendiendo a sus hermanas a cambio de protección total. Y pasando mis ojos por los invitados repartidos por el gran salón me aseguro de que la gran mayoría son hombres poderosos del narcotráfico o del gobierno. ¡Que me jodan! Si fallo, me meteré en un buen lío. Pi
Nina No puedo creer que estén aquí delante de mí. Han pasado años desde que me los arrebataron para que vivieran una vida que no eligieron para ellos. Pero tanto Jude como Maya son diferentes ahora. Son más maduros y toda esa alegría que me encantaba ha dado paso a una seriedad que no estoy segura de que me gustara mucho. Sin embargo, noto que Jude no me quita los ojos de encima y no son ojos evaluativos, ni curiosos ni llenos de anhelo. Son más bien vigilantes. Es como si tuviera la misión de no dejar de mirarme. De todos modos, puede que sólo sea mi impresión, la definitiva, porque no me quitaría ojo en una fiesta y en nuestra casa familiar. ¡Tonterías, Nina!- He oído que te has casado. - comenta Maya rompiendo un silencio que nunca existió entre nosotras. Es como si nunca nos hubiéramos conocido y el tema no surgiera. Pero hablar de Thor es muy fácil, ¿no? Así que esbozo una sonrisa sincera a la menor de los Guerra.- Sí, y vosotros no vinisteis a mi boda.- Estábamos ocupados. -
Nina - Deja que me ocupe de ti", le pido sorprendentemente tranquilo.- Nina, ahora mismo no soy buena compañía para ti.- ¿Por qué? - Inspira como si estuviera sacando un vendaval de sí mismo.- Porque ahora quiero gritar y golpear a alguien. Quiero destrucción y no importa quién se interponga en mi camino. - Su voz fría como un témpano y dura como una roca me estruja el corazón y aunque tengo miedo, me atrevo a preguntar:- ¿Y joder?- ¿Qué? - Parece confuso.- Follar siempre te ayuda, ¿no? - Le veo resoplar e inmediatamente me levanto de mi asiento, me monto en su regazo y le tomo la boca de una forma audazmente sensual. Sus manos me aprietan con una fuerza tenue, su boca toma la mía con dominio, prepotencia y castigo. Suelto un gemido dolorido, luego otro y otro. Sin embargo, estoy tan ansiosa y llena de deseo por él que no me importa lo duras que sean sus caricias. Thor levanta la falda de mi vestido con desesperación, desabrocha la cremallera de su pantalón y, sin preliminares,
Nina - Vamos, Nina. Aún no te has dado cuenta, pero estás completamente enamorada de tu marido. - La miro perplejo.- ¿Te has vuelto loca?- ¿Me he vuelto loca? - Se ríe a carcajadas. - Llevo una hora escuchándola quejarse. Thor esto, Thor lo otro. ¿Y desde cuándo tomas partido en una guerra de drogas? Admítelo, estás haciendo todo esto por amor a él.- ¡No lo hago! - rebato exasperada.- De acuerdo. Me voy, pero antes de irme te dejaré algo en lo que pensar. ¿Hasta dónde llegarás por el dueño de Hill Sparrowhawk?¡Hijo de puta! La zorra lanzó la bomba y se limitó a salir de la habitación, cerrando la puerta tras de sí. ¿Hasta dónde llegaría yo? Mi corazón se dispara violentamente, llegando prácticamente a mi garganta y me obligo a tragarlo. Seguramente iría al infierno para protegerle. Mi cuerpo tiembla ante este pensamiento y en el mismo instante me sorprendo a mí misma sonriendo al recordar algunos momentos de nosotros dos. ¿Amor? No, claro que no, pero atracción sexual, sí, puedo
Thor - ¿Dónde está ella? - pregunto nada más entrar en casa como un huracán. Estoy cabreado con ella por su desobediencia y más aún por no seguir las putas normas. ¿Qué quiere, joderme la cordura? ¿Volverme loco? ¿O simplemente acabar conmigo?- ¡En la biblioteca, señor! - me advierte Gigo, e inmediatamente doy unos grandes pasos hacia la habitación y abro bruscamente la puerta. Nina está de pie junto a una ventana. Tiene los brazos cruzados sobre el pecho y los ojos vidriosos hacia fuera. Sin embargo, pronto los tiene puestos en mí y, por más que quiero, no puedo contener una explosión. - ¿En qué coño estabas pensando? ¡¿Qué parte de NO BUSQUES A LOS HOMBRES DE LA LISTA NO ENTENDISTE?! - Respiro hondo, porque no quiero perder el control y me adentro más en el despacho, mirándola furiosa. - Te dije que concertaras las citas con antelación, Nina. ¡Te pedí que hablaras conmigo antes de hacer cualquier puto movimiento! Más mierda, Nina, ¿qué coño voy a hacer contigo?- ¿Me abrazarás? -