NinaEstá bien, las palabras ahora parecen tener vida propia y ni siquiera puedo detenerlas. Una sonrisa se dibuja en su rostro al instante, pero no es una sonrisa ganadora. Es una sonrisa de puro éxtasis y felicidad, creo. - ¡¡¡Allí!!! Grito de sorpresa cuando su brazo se desliza rápidamente por el mostrador y un estruendo de cristales rotos resuena con fuerza dentro de la cocina. Thor me hace sentar encima del mostrador, saca un condón del bolsillo trasero de sus pantalones y toma mi boca en un beso envolvente e indecente. Respiraciones alteradas se mezclan con los sonidos de nuestros gemidos y los ruidos de besos hambrientos. Mis piernas lo envuelven poco después y sus manos comienzan a deshacerse de mi ropa. Calor y más calor. ¡Ayuda, estoy en llamas! Sus movimientos son hábiles, fuertes y constantes, y los sonidos que salen de mi boca podrían describirse como indecentes. Luego vino la quietud, pero nuestros cuerpos aún están agitados y cuando se aleja un poco y nuestros ojos se c
Thor¡Es imposible hablar con ella! Es increíble cómo se las arregla para convertir algo tan caliente y tan íntimo en una guerra en una fracción de segundo. Lo peor es darse cuenta de que toda esta rabieta infantil, combinada con el cuerpo de una mujer, la hace aún más atractiva. ¡Solo puedo haberme vuelto loco! Pienso mientras miro la puerta por la que acaba de pasar y creo que no tengo la estructura para lidiar con esto en este momento. Necesito algo de tiempo, para enfriar mi cabeza y pensar en una manera de sacar esta idea absurda de esa cabeza dura. Así que salgo de la choza, camino por la hierba y me detengo a unos metros, apoyándome en una roca para encender un cigarrillo. Es Doña Helena, no siempre aciertas. Al principio hasta pensé, carajo, y no funcionó, pero bastó para contradecir a la princesa Guerra que todo se fue al garete. Doy una última calada y tiro la colilla, apagándola con la suela de mi zapato. Respiro hondo y miro la casa. Bueno, enfrentémonos a esta bestia e in
thor“Digamos que eres un traficante de drogas. No puedo contener una buena y abundante carcajada. - Es en serio. Mantienes tu monstruo interior reservado para la gente mala, pero para la gente buena, eres un príncipe.- ¿Un príncipe?- Eso. Un apuesto príncipe con cabello largo y desordenado, un cuerpo tatuado deliciosamente atlético y… —Se calla y se muerde el labio inferior.- ¿Y? — La instigación.- Sinvergüenza.- ¿Rascal? Me río y ella sonríe."Muy travieso."¿Y eso es algo bueno?"- ¡Muy buena!—Hmm, debería devorarte ahora, Nina Ferraz, pero necesitamos dormir un poco o no sobreviviré la noche. Ella me mira con asombro. - ¿Que pasó? Le pregunto y beso su boca.— Me llamaste Nina Ferraz.- ¿No le gusto? Una pequeña sonrisa se extiende por sus labios.- ¡Yo amé! Es como si pudiera deshacerme de la maldición de la guerra. - Respiro hondo, quitándola de mi regazo, obligándola a acostarse. Me acosté entonces, abracé su cuerpo y besé su nuca.—No estropeemos este momento pensando en
Thor En cuanto el coche se detiene delante de la gran casa de la colina de Gavião, vemos a mi madre junto a Isis y Corvo, que ya me esperan en el porche. Pronto vienen algunos empleados de la casa para ayudarnos con el equipaje. Salgo del coche y Nina se va justo después.- A partir de aquí me voy con ellos. ¿Vas a estar bien? - le pregunto cuando se detiene a mi lado.- ¿No puedes entrar conmigo y quedarte solo un rato?- No puedo, Nina. Tengo...- Cosas que resolver, lo sé. - Con un suspiro, asiente con la cabeza.- ¿Hasta esta noche entonces? - hablo alejándome para reunirme con mi personal, pero de repente ella me agarra del antebrazo y me detengo a mirarla. Inesperadamente, mi mujer me rodea el cuello con los brazos y me arrastra en un beso audaz y prolongado. Y como si fuera automático, la agarro por la cintura y la atraigo aún más hacia mí, pegando nuestros cuerpos. El beso se vuelve aún más envolvente, robándome la capacidad de respirar. - ¡Vaya! - Siseo cerca de su cara, apo
Nina - No soporto a esa mujercita. - gruño a mi amiga al teléfono. - Sólo quería que la vieras. Se siente la dueña de todo aquí. Por no hablar de que no suelta el pie de Thor, siempre con esas manos llenas de dedos sobre él y esos ojos... Esos malditos ojos. Todo lo que queda por hacer es diseccionar al hombre. Y todo esto delante de mí. ¿No tiene ninguna noción? ¡El hombre está casado conmigo!- Mire, ¿está celosa de su maridito? - Suelto el aire por la boca y me tiro sobre el mullido colchón, mirando al techo.- No digas tonterías, esto no son celos, es... es... En fin, el caso es que fui yo quien se casó con él y no ella. Lo peor es que sé que algo pasa entre ellos. - ¿Qué quieres decir? - pregunta exasperada y veo a la mujer dar saltitos desde donde está.- Están juntos todo el tiempo. Vaya donde vaya, Julia siempre está con él. Viven juntos la mayor parte del día.- Eso no significa nada, amigo mío. Trabajan juntos, ¿no?- ¿Y la forma en que ella lo mira? - Me río incómoda. - L
Nina - Yo también he visto muchas injusticias, personas oprimidas y subyugadas. No es fácil aceptar estas cosas. Es como si volviera la época de la esclavitud, sólo que de una forma moderna.- Es verdad. Después de nuestra boda tuve una charla con mi marido y le conté mi punto de vista. Algo de ello pudo cambiarlo aquí, pero mucho se vio obligado a mantenerlo.- Ya veo.- ¿Más té?- No, gracias. - Vuelve a servirse una taza y endulza tranquilamente la bebida, dándole después un sorbo.- Thor es un chico de oro y he invertido mucho en su educación. No creas que ese hombre duro y mandón es de los que no escuchan, porque lo tiene todo de su padre. - Ahora me mira a los ojos. - Al igual que Pedro, Thor se aprovecha de su familia. Ahí fuera es un monstruo que necesita matar y destruir para sobrevivir, pero aquí dentro es mi Lucas, el amante, el amigo y del que es fácil enamorarse. ¿Crees en el amor, Nina?- Sí, pero me doy cuenta de que no es para nosotros.- ¿Cómo podría no serlo, niña?
Nina - Porque tengo una proposición para ti. - Arqueo las cejas. ¿Qué coño es esto ahora? Darlan Guerra tiene una proposición para mí, ¿desde cuándo? - Necesito que te ganes el corazón de Thor, que lo tomes en tus manos. Insinúa algunas conversaciones con tu marido y averigua algunas cosas por mí.- ¿Estás loca?- Vamos, Nina, no pensaste que este matrimonio era para sacarte de la casa. Tengo mis metas...- Al diablo con tus metas. No traicionaré a mi marido.- ¡Sí, lo harás! - Chilla y da un paso intimidatorio hacia mí. - Soy tu hermano y tú eres una guerra como nosotros.- ¡No, no lo soy! Me casé y me convertí en Ferraz...- ¡Y una mierda! - gruñe, interrumpiéndome-. - ¡Un Guerra siempre será un Guerra! - Doy otro paso más hacia él y le miro profundamente a los ojos.- Me llamo Nina Ferraz y ahora soy la reina de este lugar. Ya no tienes ninguna autoridad sobre mí, Darlan Guerra, y si alguno de tus hombres se atreve a tocarme de nuevo, ¡puedes estar segura de que no mantendrá sus
Nina- Eso no es justo, Thor. He pasado un día entero bajo un sol abrasador y, cuando vuelvo a casa, ¿quieres que vuelva a salir? - Hace un gesto a la vaca para que se vaya. Luego me mira a los ojos y da unos pasos firmes hacia mí.- Dijiste que serías la mejor. - Me acusa con tono firme. - ¿Quieres renunciar ahora? - Renunciar, eso es, está haciendo todo lo posible para que renuncie a todo. ¡Hijo de puta!- No, no voy a renunciar.- Bien, bien. Date una ducha, come algo y vete con Isis. - Resoplo maliciosamente y me alejo de él, pero Thor me coge de la mano y tira de mí. Sus ojos se clavan en los míos y, de algún modo, me siento embelesada por ellos. Sin embargo, espero a que me bese, pero no ocurre. - He oído que ayer fuiste a Reuther Hill. - ¿Se enteró? ¿Cómo se enteró? ¿Que tú se lo dijiste?- ¿Que él te lo dijo?- ¿Y cómo fue? - Me encojo de hombros.- Fue bien.- ¿No tienes nada que contarme? - No. Él sacude la cabeza. - Niega con la cabeza.- Última oportunidad, Nina. ¿Seguro