- ¡Espera! – me alertó Matteo – Observa – me dijo mientras me señalaba hacia una figura que se movía cerca de las ventanas. El uno de los bastardos que estaba buscando la forma de abrir la ventana. Volteé a ver a Matteo y sonreí con malicia.
-Creo que no hemos terminado – expresé con ganas de seguirlos golpeando. Era poco lo que habían recibido.
Contamos hasta tres y saltamos sobre el fuego, era la única forma de llegar al otro lado. Caímos cerca del tipo quien se sobresaltó.
- ¿Creías que podías escapar? – sonreí de lado.
Él no se dejaría por lo que sacó una navaja e intento herir a Matteo quien comenzó una pelea por desarmarlo, forcejeaba y quise intervenir, pero alguien lo evito. Uno de sus inmundos compañeros. Entre puños, patadas y forcejeos logré apartarlo para ayudar a Matteo, pero el hombre que parecía ser el jefe de estos vándalos lo pateó tirándolo directo al fuego.
- ¡NO MATTEO!
Me dirigí a ayudarlo de inmediato, su traje es
La parte dos, espero lo disfrutaran, estamos llegando al final de esta historia y creo que están tan emocionados como yo de publicar el epílogo. Nos leemos pronto.
Celestia POV: La paramédico ya había terminado su trabajo en el momento en el que Máss había salido del edificio de la facultad. Matteo se aproximó hasta él y lo llevo a uno de los paramédicos, yo ya me sentía más tranquila, pero me sentía agotada, tan agotada que podía quedarme dormida en el hombro de Fede. No pude moverme de lo adolorida que comenzaba a sentirme. -Cele – me susurró Fede – Han venido por ti – señaló hacia unas personas que venían directo a mí con algo de urgencia. Enfoqué mejor mi vista y pude darme cuenta de que eran mis padres y mi hermano quienes venían a paso apresurado hacia mí. -¡Mía sorella! – gritó mi hermano y corrió hacia mí para luego abrazarme con algo de fuerza, me aferré a él algo débil, pero feliz de verlo. -Fratello – susurré y al instante las lágrimas comenzaron a caer. Sentir su presencia, sentir su protección en esos momentos lo era todo para mí. -
Franco POV: Solamente esperamos a que Celestia se fuera junto a su familia para agarrar camino directo a la agencia. Max dejó al oficial Vicenzo a cargo de la situación en el campus, él era el enlace oficial de confianza entre la agencia y la policía italiana por lo que se quedaría a cargo de la situación en el campus mientras nosotros nos teníamos que ir para presentarnos ante mi padre y saber cómo se procedería de ahora en adelante con el caso. Lombardi había volteado a vernos con una seriedad que podía causar escalofríos en cualquiera, pero, así como su fría mirada impactó en nosotros, también el asentimiento de cabeza de gratitud nos dejó mucho más intranquilos que su neutra mirada. Llegamos en tan solo minutos al edificio de la agencia, entramos a paso acelerado, los empleados del turno nocturno nos saludaban al pasar al lado de ellos. Mi padre me había mandado un mensaje al celular momen
Celestia POV: Mi padre estacionó frente a la puerta de nuestra casa y mi hermano me ayudó a bajar mientras mi madre se adelantaba para pedirle a Bethania ayuda para buscar ropa para que pudiera dormir cómoda, bueno, si es que podría dormir esta noche. Papá le había entregado las llaves a Marco para luego ayudar a levantar parte de mi vestido que me impedía subir bien la escalinata delantera de la casa. Al llegar a la puerta estaba George esperando para recibir nuestros abrigos y mi bolso que había logrado recuperar luego de todo el alboroto. Matteo me había permitido quedarme con su saco ya que la parte superior de mi vestido estaba tan dañada que ya no cubría mi pecho, por lo que cuando George me pidió el saco le di las gracias y le dije que me quedaría con él, por ahora. Llegando al vestíbulo recibí una llamada a mi celular que aún se encontraba en mi bolso, George lo abrió y me pas
Luciano POV: No me sentía mal al ser golpeado en mi área profesional por nuestro jefe, lo merecíamos después del exitazo de nuestro trabajo, nótese el sarcasmo. Olivare era bueno diciéndote tus verdades sin necesidad de elevar la voz o de alterarse, ese hombre era un jefe nato que sabía cómo hacerte reflexionar y tomar la decisión de mejorar en tu trabajo, pero ahora mismo estaba siendo más que estricto, notaba la inminente y muy bien controlada furia en sus ojos por el gran error nuestro. -Agentes, les presento a su nuevo aliado y compañero en esta misión – ah no, ah no, ¡ah no! ¿Pero cómo es posible eso? -Buona serata signor Olivare, ¿che succede, agenti? – saludó nuestro “nuevo compañero” - ¿Es en serio jefe? – preguntó Gabriel consternado. -No puede ser – negó Max. - ¡Tú! ¿Qué haces aquí? Tú no puedes y tampoco tienes derecho a participar en esto, ni siqui
Gabriel POV: Nuestro nuevo compañerito todavía me causaba desconfianza total, aún no comprendía cómo el jefe Olivare podía confiar en él. Me preguntaba ¿qué tanto habrá trabajado ya para que Olivare ahora lo ponga a trabajar con nosotros? Qué tanto lo habrán involucrado y profundizado en el caso para que ahora en vez de ser secreto su trabajo tenga que formar equipo con nosotros. No nos creíamos los mejores, pero sí que éramos mejores que él. ¿Dónde estaba cuando sucedió lo de Celestia? Y si formaba parte del equipo, según el jefe Olivare, ¿por qué rayos no nos ayudó a cuidar de ella? Quizás se hubiera evitado el previo sufrimiento de la pequeña si él hubiese intervenido o la hubiese vigilado. Lo que sí sabemos es que estaba muy bien acompañado y disfrutando el baile, más no trabajando como se supone. Nuestro caso había sido diferente, o al menos eso creía, lo nuestro fue un estúpido descuido y error en la crea
Gabriel POV: Todos volteamos a verlo más que sorprendidos – Ragazzos – llamó Olivare – Flavio está aquí no solo porque desea ayudar a Celestia, él también está acá porque quiere limpiar su conciencia y… quizás su expediente – regresamos la mirada a él. -Yo estuve un tiempo trabajando para Donato – admitió, fruncí el ceño – Siempre he tenido ciertos problemas en mi familia y cuando conocí a Donato y a los demás, creí que mejoraría mi situación, me gustaba pasar tiempo con ellos para no morir en mis angustias y penas hogareñas – suspiró cansado – Al tiempo, los chicos y yo supimos que Donato vendía droga en el campus y fuera de él, lo supimos porque él nos dijo que si queríamos tener la oportunidad de no solo vivir del dinero de nuestras familias él nos ayudaría a lograrlo – se volvió a sentar a su silla – Es así que los chicos y yo decidimos darle una oportunidad al “negocio” y junto a Donato nos atrevim
Celestia POV: Dos semanas después del atentado… Creía que los campos florales del amor y la amistad podían ser un mito o una forma de engañar a las demás mariposas del mundo. - ¿Necesitas que vayamos a tu casa? – preguntó Fede con un tono y gesto de preocupación. Ahora me daba cuenta de que estaba equivocada, ahí estaban ellos demostrando con paciencia y cariño que mis ideas eran erróneas, todo lo que hicieron por mí y todavía estaban mucho más que pendientes de mí desde ese horroroso momento. -Tranquilos, todo está bien – sonreí observándolos a través de la pantalla – He estado trabajando en mí para regresar pronto – ya eran dos semanas que no iba a la universidad luego del atentado. -Nos alegra saber que volverás, te hemos extrañado muchísimo – sonrió Máss con ternura – Te enviaremos lo que vimos hoy en clases – ellos habían estado mandando todo, des
Unos días después… Los chicos han estado viniendo en los últimos días para hacerme compañía, para ayudarme con los trabajos de la universidad y para seguir creando buenos momentos juntos, después de todo, ellos sí se habían ganado el verdadero título de amigos. -Ni se te ocurra Olivare ¡esa última galleta es mía! – gritó Fede peleando con Franco por la última galleta. Franco tomó la galleta con una sonrisa de suficiencia y estaba a punto de meterla a su boca cuando Fede se atreve a lanzarse a él y comenzar a pelear la galleta. Algunos de los chicos rieron junto conmigo mientras que Máss solo negó con la cabeza y una sonrisa divertida, volteó a verme. -No puedo creer que soportes el escándalo que hacen – tomó de su vaso de jugo - ¡Son unos irrespetuosos en casa ajena! – levantó la voz y su tono dejaba ver que hablaba en serio y en broma al mismo tiempo. -Díselo al ladrón de gall