-¿Subimos ahora?Preguntó Luisa, la mucama que había decidido crearle problemas.-Gracias, por el momento no es necesario, los pequeños están con su padre.-¿Dejó a los niños con el señor?Le preguntó de mala manera.Edith solía tener paciencia.-Los dejé con su padre, permiso.A la mayoría del personal les seguía asombrando cómo la nueva novia del señor se dirigía a ellas.-Es una mosquita muerta.Comentó Luisa.Uno de los custodios la escuchó y se apuró a llamarle la atención.-¿Estás loca? ¿Querés que te echen?-¿Viste los moditos que tiene? ¡Es una falsa! Los niños no deben ser del jefe.-¡Te aseguro que sí! Dejá de hablar tonterías.-Nadie la conocía.-Nosotros, sí, y vos no tenés idea de nada, mejor respetala.La mucama se calló la boca, aunque seguía pensando lo mismo.A media tarde, Lorenzo y Edith, se dirigieron hasta el que fuera el hogar de la bella viuda.Hablaron con Facundo.Edith desparramó algunas lágrimas.-Mamá, es lógico que sigas con tu vida, no te preocupes por mí
Los enamorados se amaron hasta el amanecer, disfrutando no sólo del sexo, sino del sentimiento tan profundo que los unía.Para Lorenzo no había una imagen más perfecta del amor, que el cuerpo y la cara de su bella amada.Era una imagen pagana, era un ángel, con la lujuria de un ser terrenal.Edith sentía algo parecido, es que él llegó con su sonrisa desfachatada, haciéndola sonreír nuevamente, apartando todas sus penas, borrándole totalmente su melancolía.Simplemente les llegó el amor y era eso lo que disfrutaban libremente.El CEO iba a luchar para que su hermosa mujer fuera feliz, porque ellos habitaban en el mismo mundo, en el mismo tiempo y espacio y era la única manera de que él también fuera feliz.Por la mañana, Edith se levantó para atender a sus pequeños y cuando luego de dos horas, ellos dormían plácidamente, ella volvió a su dormitorio, en dónde su amado, la esperaba para brindarle una mañana llena de amor y placer.-Vida… besame, pero permitime saborearte… dame tu vagina,
Al día siguiente, Leonardo se acercó al escritorio de Karina, la joven secretaria no lo esperaba y no pudo evitar que el rubor se apodere de su rostro apenas lo vio.El seductor CEO, sonrió complacido, al lograr ese efecto en la muchacha.Se inclinó hacia ella, quedando muy cerquita y mirándole la boca, se aguantó las ganas de besarla.-¿Está Lorenzo?Le preguntó disimulando las ganas de tomarla en sus brazos.-Buenos días, señor, sí, ya lo anuncio.Leonardo se enderezó y sacudiendo la mano, indicando que no era necesario anunciarlo, abrió la puerta de la oficina de su socio y amigo.-¡Te salvaste! ¡Yo quería ser el dueño de esta oficina!Dijo, haciendo un chiste.-Para tu mala suerte, sí, me salvé.Le contestó, siguiendo con la broma.Después, un poco más serio, le comentó que su hombre de seguridad aún estaba internado, ya que, al estar delante suyo, se llevó la peor parte.-¡Qué loco de m****a fue Bernardo!Dejando las bromas de lado, esa vez, Leonardo, habló seriamente.-Hasta pret
Mientras tanto, en la ante oficina de Lorenzo, Leonardo le había pedido un café a Karina, y con la excusa de que olvidó decirle algo a sus socios y que no quería interrumpir una reunión casi familiar, le dijo a la bella secretaria que los iba a esperar allí.Se acomodó en el sillón y cuando ella se inclinó, para servirle el café, Leonardo se incorporó un poco y ellos quedaron muy juntos.-Perdón, señor.Balbuceo Karina.Estaba realmente ruborizada, pensando que Leonardo podría malinterpretar ese acercamiento, sin saber que él lo había hecho a propósito.El CEO se paró apenas ella dio medio paso hacia atrás, volviendo a quedar muy juntos.-Sos muy bella.Dijo el hombre, sin poder contenerse.-Gracias.Murmuró la secretaria, sin saber qué responder.Leonardo, muy seguro de la situación y sabiendo lo que inspiraba en la joven, acortó los centímetros que los separaban.Su sonrisa era muy desfachatada y seductora.-Pensé que podía resistir la tentación…Karina lo miró, estaba aturdida, él e
Lorenzo, apenas llegó a su casa, le comunicó a Edith que venían a cenar Facundo, y Orlando con su mujer y sus hijas.Edith tenía menos de dos horas para organizar todo, pero ella disfrutaba el momento que estaba viviendo y valoraba estar en familia y con amigos cercanos.-Ahora organizo la cena.-Perdón, tendría que haberte avisado antes.-No te preocupes, cielo.La nueva señora de la casa entró en la cocina, sobresaltando al personal.-Chicas, tenemos invitados.Les comunicó.-Son 5 personas más.La cocinera no estaba acostumbrada a que varias veces por semana haya invitados.-Si se te complica, te ayudo.-No, señora, no se moleste.Edith sugirió varios platos, todos de rápida preparación, aunque no por eso dejaban de ser exquisitos.-Muchas gracias.Edith agradecía todo con una sonrisa.Salvo Luisa, que le tenía envidia y muchos celos, las demás mucamas y todo el personal en general, estaba fascinado con Edith.Ni siquiera en la cena, Edith pedía cosas imposibles de hacer, como lo s
Leonardo pasó a buscar a Karina por su departamento,Karina bajó en cuanto el CEO le avisó que estaba en la puerta del edificio.Leonardo decidió ir manejando, para no tener testigos al besarla o al entrar a un hotel, porque él descartó que eso iba a suceder.Un auto con dos custodios lo seguían a una distancia prudencial.En cuanto vio que se abría la puerta del edificio, bajó del auto y se acercó, muy caballero, para saludarla.No pudo evitar saludarla con un apasionado beso.Karina pretendió saludarlo con un beso en la mejilla, pero terminó por devolverle el beso.La bella secretaria tuvo muchas dudas desde que llegó a su departamento.No estaba cómoda pensando que cómo iba a terminar su noche, claro que no era una niña, tenía 24 años y sabía perfectamente que buscaba Leonardo en ella.Una noche de sexo.Era muy difícil negarse, sobre todo porque ella también lo deseaba, ya que moría por ese hombre, aunque tal vez, si no se negaba jamás la tomaría en serio, por haber aceptado tener
Facundo decidió cursar una materia en el verano, luego tendría el mes de marzo libre y ya había arreglado con Lorenzo que pasaría con ellos algunos días de vacaciones.Sus hermanos eran muy pequeños, por eso su madre y Lorenzo, no querían trasladarse demasiado lejos, tampoco querían hacerlo en pleno verano.En el mes de marzo, irían a una mansión que tenía Lorenzo, en una famosa y exclusiva ciudad balnearia, en un país vecino.Facundo estaba saliendo de la facultad cuando se le acercó una mujer vestida bastante llamativa, aunque bastante vulgar, él tardó en reconocerla, en realidad lo hizo cuando estuvieron frente a frente.-Hola Facundo.Le dijo ella.Facundo se quedó callado por un momento.Era la ex novia de Lorenzo, él sabía que, por esa mujer, su madre y Lorenzo estuvieron distanciados mucho tiempo y también se había enterado de que ella maltrató a su progenitora y hasta se alió con Bernardo Ruiz.Majo, ajena a lo que Facundo sabía de ella, sólo pretendía ensuciar a Edith para que
Edith trató de tranquilizarse, pero le fue imposible.Con lágrimas en los ojos, se acercó a sus dos pequeños, que estaban custodiados por las dos niñeras.Los gritos de Lorenzo habían inundado la mansión.Todos los habían escuchado.Luisa miró a Edith, sin poder disimular la felicidad que sentía por el mal momento que la bella viuda estaba viviendo.-Parece que tiene problemas.Dijo la mucama que estaba atendiendo a su hija.-¿Perdón?Edith no supo por qué Luisa de repente le hablaba casi con altanería.-Llegó de repente a esta casa, creyendo ser la señora con derecho a todo y parece que de repente, también se va a ir.Tali miró a Luisa, sin poder creer en las palabras de su compañera.Sabía que era vaga, que hasta evitaba cambiar pañales, ella muchas veces les cambiaba a los dos mellizos, pero en ese momento le estaba faltando el respeto a la mujer de Lorenzo.Esperaba que Edith sepa reconocer que solamente Luisa pensaba así, porque no quería ser despedida.-¿Eso piensa?Le preguntó