Manada Diamond.Ares.Me sentía tan cabreado por todo lo que estaba sucediendo. Leah se había ido sin mí nuevamente y eso me hacía sentir como un perro sin dueño. Estaba necesitado de ella, quería respirar su mismo aire, quería estar con ella en la misma casa y poder tenerla en donde yo pudiera verla.Ese demonio miserable se la llevó de mi lado.Estoy encerrado en mi propia casa por mi hija y esa niña es otra rebelde que no respeta a su alfa y mucho menos a su padre.¿Qué demonios le pasa al mundo? ¿Acaso debo cazarlos a todos para hacer valer mi jodida ley y demostrar que no soy Velkan?Tiro todo lo que tenía en mi escritorio, frustrado por las actitudes de todos en casa.¿No se dan cuenta del peligro que es Daniels?—Alfa, es hora de su comida, por favor, no deje de alimentarse —uno de mis chicos entra a la habitación, le doy un empujón lanzándolo al suelo y salgo de mi cárcel—. ¡El alfa está escapando! ¡Llamen a la señorita Mara y avísenle lo que sucede!—¡Me ponen una mano encima
Ares.Daniels se había cabreado porque decidí no tratar mis heridas, le dije que sanarían solas y que necesitaba pensar la situación con Valentina. No estoy huyendo en decirle la verdad a Leah, solo que mis pensamientos sobre muchas cosas, están revoloteando por toda mi mente.Le pedí a Mara que se encargara de mi hija y que me trajera a Leah. También le pedí que no permitiera que nadie pase por este pasillo hasta que yo diera la orden. Necesito privacidad y hablar con ella, por eso tomé la decisión de hacerlo en la antigua habitación de Valentina.Veo entrar a mi bonita, pero frágil Luna.Estaba enojada, pero decidió que primero debía tomar una ducha, antes de que ella pudiera tocarme.—No me dejaste ayudar con Valentina. ¿Qué te costaba esperar unas horas hasta dejarla bien? —me reclamó.—Ella tiene a la manada completa para tratarla si así lo desea —la miro obvio—. En cambio, yo te necesito a ti nada más, Leah.Se cruza de brazos después de cerrar la puerta y apoyarse en la pared.
El Inframundo.Varios días después.Charlotte.Soy amada, deseada y venerada tanto por hombres y mujeres por igual. Conozco el rechazo y de vez en cuando el amor, pero para ser sincera, hubo un tiempo en el que consideraba que no había nacido para nada de esto. Era muy divertido cuando jugaba con todos.El amor maligno, es más puro que el amor sano. Prefiero el amor obsesivo y tóxico, en donde la maldad recorre la mente de las personas. De esa manera, podrán venir aquí y pagar sus malos actos. Tengo sentimientos… no, no los tengo. Mis sentimientos solo funcionan para Jay.Era pupila del hombre más fuerte del universo. Aunque ahora sienta vergüenza de quien soy, pero eso también está bien. Todos quieren estar bien con él, pero soy la única que lo lleva al límite.—El joven Jay sigue sin despertar —me informa un sirviente—. Su herida cada vez está peor, tal vez si usted nos permite...—Yo no te voy a permitir nada y eso lo sabes bien —lo interrumpo en seco, sin darle la oportunidad d
El último baile de una estrella que se retira.Presentación de la Bella Durmiente.Leah.Estaba entre angustiada y feliz, deseaba tener razones de Jay y saber cómo estaba, pero sabía que el no recibir noticias también era algo bueno. Tenía sentimientos encontrados porque, justamente, nos tocó la peor parte, en un momento que debía de ser de solo emociones.Quisiera que las cosas fueran un poco más sencillas, pero así sucedió.Ver a mi primo tirado en el suelo me hizo sentir tan mal, que terminé por descargar mi ira hacia Charlotte. Ella no merecía que la lastimara, pero en ese momento, era necesario que yo sacara mi impotencia, al ver que no defendió a Jay. No justifico lo que hice, pero sé que ella no merecía que yo la lastimara.Hoy es el día que más he esperado en mucho tiempo. Me voy a retirar de los escenarios, para lograr mantener mi salud. No es fácil surgir en el mundo del ballet y no, no todo fue fácil para mí… Creo que para nadie es sencillo abrirse en la industria del espec
Una presentación a medias.Leah.Había llegado la hora de la presentación, estaba nerviosa porque era mi última vez en un escenario y quería hacerlo bien. Mi mente estaba perdida en Jay, pero obviamente todo quedará perfecto porque tengo muchos meses preparando esto. Quiero que vea que logró que su prima lo hizo bien y darle un orgullo, antes de que él muera.Estaba vestida con mi leotardo, mis medias de mallas, mi tutú y mis zapatillas de punta. Todo era de color rosado, y mi cabello tenía una peluca rubia. Realmente tenía muchos sentimientos encontrados, estaba feliz, pero a la vez muy triste.Él debía morir, pero yo quería verlo vivir.Al matar su humanidad, él sería eterno y no quería eso, aunque de pequeños nosotros jugamos a que viviríamos para siempre, sé que ese no era su verdadero deseo.Jay quería formar una familia y tener hijos. Su sueño era tener una cafetería cerca de un parque.Salí al escenario y el teatro estaba lleno, no podía ver muy bien porque estaba todo oscuro,
El Inframundo.Casa de Aaron y Charlotte.Ares.Realmente hubo un tiempo en el que amaba y admiraba a mi padre como si fuera la persona más increíble del universo… sinceramente, era mi héroe. Arriesgué a mi mate muchas veces y estuve a nada de perder mi rumbo, por creer que él podía aceptar a Amelia, pero todo fue en vano. Lo peor de esto es que casi hago que Leah tenga la misma suerte. Ella es la mujer perfecta y la única que me da razones para seguir adelante como hombre. Durante años solo he sido el padre de Valentina, el CEO o el Alfa. Leah me brinda la oportunidad de ser mucho más.No, no estoy orgulloso de lo que hice, pero de verdad siento que la Luna me bendijo nuevamente con ella y a la vez siento que no la merezco. Con Daniels siempre tuve que entender lo que hacía y tenía que hacer comprender a Amelia, de que mi padre no era tan malo, que mi gente no era mala. Le mostré mi lado bueno y malo. Después de su muerte me quedé con la imagen de ella siendo la mejor madre del mundo
Unas semanas después.Manada Diamond...Ares.No sé cuánto tiempo había pasado, pero me sentía adolorido, como si hubiesen pasado una aplanadora sobre mi cuerpo. Corrí escaleras abajo sin importar el mareo que me dio cuando salí de la cama. Estaba en la mansión, pero me sentía vacío y solo. Mi lobo había caído en un sueño profundo, que no me dejaba despertar.Todo estaba en completo silencio cuando aparecí en el pasillo. Estaban los chicos y Valentina.—¿En dónde está? —les pregunto, Surt, al no sentir la presencia de Leah, comenzó a desesperarse—. ¿En dónde están Leah y Jay?—Mejor me voy… —dice Mara, con voz temblorosa.—¿Para dónde te vas? Quiero saber de mi luna —la miro con rabia—. ¡Que alguien hable, maldición!—Ares, no lo lograron —esta vez era mi hermano quien hablaba, frunzo el ceño al verlo en casa—. Daniels mató a Leah y a Jay hace unos días.Abro mis ojos sorprendido.—Leah está viva… —los señalo a todos—. ¿Dónde está Leah? No me hagan pasar por esto de nuevo. Si es una b
Dublín-Irlanda.Reencuentro de manadas por el casamiento del Alfa de Dublín.Siete meses después…Ares.Siete largos y tristes meses han pasado desde la desaparición de Leah y su primo. Siete eternos meses donde mi corazón añora y extraña cada día más a mi amada Luna. Siete meses en donde mis días pasan lentos y solo miro la puerta del lugar donde me encuentre, para ver si ella entra con su sonrisa encantadora a decirme algo o practicar en la academia.Por más que busqué y contraté a los mejores investigadores en magia negra, no hay rastro de ellos, algún cambio o información. No hay cuerpo, no hay nada, es como si ellos nunca hubiesen estado en el limbo. Se encontraron los restos de las prendas de ropa que ellos usaron, pero es porque Mara estuvo buscando la manera de traerlos a la vida.Al principio no pude recordar lo que había pasado ese día, pero poco a poco, las imágenes de su muerte, están presentes todas las noches antes de dormir.Estoy tan mal, que tuve que ir al psicólogo,