"Está bien, puedes decirme qué te pregunté en el auto", le dije.

"Está bien, te contaré una historia. Espero que seas una buena persona en quien se pueda confiar", dijo Hannah.

"Si no lo crees, no es un gran problema, ciertamente no soy tan cruel como te miran", le dije.

Hannah me miró y dijo: "Está bien, cuando me gradué de la escuela secundaria, mi tía les pidió a sus conocidos que me llevaran a una de las universidades, que era nuestro campus. No sin pago, mi tía me dio algo de dinero para que me confiara a su persona de confianza, después de negociar varias cosas, me pidieron que fuera con ella al día siguiente. Al principio todo salió bien, él también fue muy amable conmigo, resultó que todo fue solo un truco de él para que yo pudiera creer todo lo que decía. Quizás sepa quién es esa persona; es el profesor sobre el que he estado chismorreando, señor Arya. En pocas palabras, esa tarde me invitó a almorzar, no tenía ningún mal pensamiento sobre él, así que simplemente seguí lo que