"En realidad, me da pereza contarte lo que he hecho, pero no importa, tal vez contándome puedas calmarte y no pensar que solo estoy fanfarroneando. Entonces, una vez una chica que todavía estaba en la escuela secundaria vino a un restaurante donde yo estaba almorzando sola. El niño parecía tener hambre, venía con su madre, los miré de lejos, no sabía qué guarnición eligieron en ese momento, hasta que finalmente pasaron frente a mí y en el plato solo había arroz. con salsa y pepino, me quedé impactado al verlo. Luego los llamé y les dije que tomaran otra porción de arroz y guarniciones adicionales de pollo o lo que quisieran. Al principio se negaron, pero yo insistí, finalmente cedieron y aceptaron guarniciones adicionales. Les dije que se sentaran cerca de mí, les pregunté de dónde eran, resultó que vivían no lejos del restaurante, el marido de la madre acababa de morir, su marido trabajaba como basurero, ya que su marido se había ido, la madre se encargaba de ganarse la vida, lavaba