A Blueson le había gustado Summer durante los últimos cinco años. No había forma de que no estuviera celoso. Sin embargo, él les permitió permanecer en contacto de todos modos. Quizás era porque él confiaba en ella en lo más profundo de su corazón. Él confiaba en que Summer no fuera una persona fría y sin sentimientos.

Como era de esperar, él dijo: "Confío en ella".

Sonreí. "Yo también confío en ella".

Summer siempre había sido alguien que se apegaba a sus principios. Ella no haría nada para lastimar a Blueson. Además, la existencia de Charles era un obstáculo entre ellos.

Me levanté y dije: "Volveré a la casa de té y echaré un vistazo".

Entré de nuevo a la casa de té y llevé un gato en brazos. Bajé la cabeza y hablé con el gato.

“Gatito, ve a preguntarle a tu dueña qué está pensando. Dime, ¡¿por qué dijo esas palabras hace un momento?!".

Summer se rio incontrolablemente. "¿Qué estás haciendo?".

Le pregunté: "¿Por qué dijiste tal cosa hace rato?".

“Me enojé sin ningún motivo”,