Él me agradeció mi calidez y amabilidad.

Todo porque mis manos estaban calientes.

¿Qué tan solo se había sentido Lucas?

Mis manos se calentaron y las retiré rápidamente de sus manos frías “Deja de hablar, estás gravemente herido”.

Mientras pensaba en lo solo y deprimido que estaba él, me preguntó: “No respondiste a mi pregunta anterior”.

Le pregunté rápidamente: “¿Serás honesto conmigo?”.

“¿La señorita creerá lo que digo?”.

Le pregunté a él en respuesta: “¿Me mentirás?”.

“La señorita es una persona inteligente, así que estoy seguro de que usted tiene su propio criterio. Puedes elegir si creerme o no, eso depende de usted. Algo me dice que no me creerá, pero aún así responderé su pregunta”.

Después de todo, tú preguntaste…

Esa frase tuvo mucho peso.

Me mordí los labios y pregunté: “Dijiste que querías ayudar a Zachary y a Charles para que pudieran tener acceso a tu poder. Entonces, ¿por qué los atacaste? ¡Eso contradice lo que dijiste!”.

“Conocí a Wallace hace algún tiempo y