Esa era una voz muy familiar.

Lucas estaba ahí.

Me di la vuelta y lo saludé con una sonrisa: "¡Hola, señor Moore!".

Lucas vestía una camisa blanca lisa con una chaqueta con estampado floral en la parte superior. Cualquier cosa que él llevara puesto seguiría siendo agradable a los ojos debido a su buen aspecto.

Él me devolvió la sonrisa y dijo: "Entonces, usted también está aquí, señorita".

Él seguía negándose a llamarme por mi nombre.

"Sí. Vine aquí con mis amigos”, dije.

"Si ese es el caso, no te molestaré más. Me retiraré ahora".

¿Por qué se iba tan pronto?

¿Por qué estaba él siquiera allí?

Sentí curiosidad y le pregunté: "¿Cómo están tus heridas?".

“Se está recuperando bien. Gracias por su preocupación, señorita".

Mantuvo constantemente un tono cortés y respetuoso.

"Bien. Señor Moore, cuídese, por favor".

Me quedé mirando la espalda de Lucas hasta que desapareció de mi vista antes de regresar al salón de banquetes.

Antes de que me acercara siquiera, vi a una inexpresi