Zachary dejó la sala. El hambre hizo que mi estomago se sentía incomodo, pero ¿qué restaurante estaría abierto en medio de la noche?

No estaba segura y esperé pacientemente en la sala. Casi 30 minutos después, Zachary apareció nuevamente en la sala. Él sostenía una caja celeste en la mano derecha y una taza de leche en la izquierda.

Me pasó la leche primero. Cuando la tomé, sentí que todavía estaba caliente. Justo cuando abrí la tapa y tomé un sorbo, lo vi abriendo la caja de comida.

Por dentro había un estofado de costilla de cerdo con arroz.

Zachary sirvió un poco de estofado sobre el arroz y me pasó medio tazón. Le devolví el vaso de leche y agarré el tazón, terminándolo en menos de dos minutos.

Al verme devorar mi comida, me preguntó: "¿Tienes tanta hambre?".

Le devolví el tazón. "Si. ¡No he comido nada hoy! Solo tomé un vaso de leche por la tarde. ¡Un tazón más!".

Zachary me pasó otro medio tazón.

Después de terminar la comida, mi boca estaba cubierta de aceite. Zachary me