Summer se sintió ridiculizada al pensar en eso.

Era solo su segunda vez en Islandia. ¿Cómo podría Islandia ser su hogar?

Mientras tanto, Summer paseaba un Malamute de Alaska cerca de las vallas que rodeaban la cabaña. Era el perro mascota de la hermana de Blueson. Cuando el Malamute se puso de pie, alcanzó su altura.

La hermana de Blueson se quedó en la capital de Islandia, Reikiavik. Recientemente, ella había tenido que irse a Islandia por un asunto privado, por lo que dejó su Malamute al cuidado de Blueson. Aunque Blueson no es que odiara a los perros, pero tampoco le gustaban particularmente.

Él dio instrucciones a sus hombres para que construyeran una pequeña casa para perros cerca de la entrada. Sin embargo, el Malamute nunca había entrado ni una sola vez.

¡El inteligente e ingenioso Malamute le tenía algo de miedo a Blueson!

Después de un paseo, Summer ató la correa del Malamute en la pequeña casa del perro. Fue entonces cuando ella recibió el mensaje de Caroline. ¡Ella se