"¿No dijiste que te gustaban?", respondió él.

"No soy buena con los nombres", admití.

Zachary no siguió preguntando. No me molestó su silencio ya que él siempre había sido un hombre de pocas palabras.

Me acerqué y sostuve sus palmas frías con fuerza.

"Segundo hermano, ¿por qué le pusiste a la pequeña Lion el nombre de Isabelle?". Pregunté con curiosidad.

Zachary respondió: “Porque usaste ese nombre para engañarme cuando nos conocimos. Para mí, era un nombre significativo. Tú eres Bel, la pequeña Lion es Bella. Ambas son mis bebés".

Él hablaba con dulzura y seriedad.

¡Oh, Dios mío, ese hombre era demasiado seductor!

Lo miré con una mirada obsesiva y le pregunté: "¿Qué hay de Ralph?".

Hizo una pausa poco antes de decir: "Él fue nombrado al azar".

Me quedé sin palabras. Parecía que yo tendría que amar más a Ralph en el futuro.

Sonreí y caminé de puntillas para besar la mejilla de Zachary. Su mirada se hundió más profundamente cuando su voz se volvió ronca. "Conoce tus límites"