Mi mamá suspiró ante mi respuesta vaga y dijo: “Si no vas a ninguna parte con Zachary, tampoco te obligaré a ir por Dixon Gregg. Puedo contactar al hijo de mi amiga”.

“Mamá, ¿quieres arreglar mi matrimonio?”.

¡No esperaba maldecirme a mí misma!

Mi mamá no me respondió. Ella explicó pacientemente: “Como tu madre, me preocupa que cargues con todo este estrés por tu cuenta. Tu papá y yo lo pensamos hace un tiempo; debes de tener a alguien cerca de ti para que te ayude. Tú y esa persona no tienen por qué ser la pareja perfecta, ¡de todos modos no existe el Hombre Perfecto para los Shaw! ¡Solo espero que puedas encontrar a alguien que se preocupe por ti, alguien que te ame y te mime! Porque no quiero verte triste nunca más. Qué dolorosa debió de sentirse mi Caroline cuando perdiste a los dos niños. También me siento desconsolada, pero no puedo ayudarte. ¡Ni siquiera puedo estar a tu lado para siempre!”.

Mi mamá se llenó de lágrimas. Extendí la mano y le di algunas palmaditas en el hombr