“Tú sabes quién soy”.

Su voz era como la melodía de la lluvia neblinosa. Era una voz cálida y reconfortante. Sin embargo, sus palabras eran frías.

Empecé a odiar a mi madre biológica desde lo más profundo de mi corazón.

No entendí por qué me contactó de la nada. Probablemente no era por simples motivos. Tenía muchas preguntas y había ira reprimida en mi corazón. Pensé que podría preguntarle claramente acerca de todo.

Sin embargo, solo pude hacer una pregunta: “¿Por qué me buscaste?”.

“Los hombres de tu padre casi te encuentran”.

Mi padre mencionó que mi padre biológico me estaba buscando.

Desconcertada, le pregunté: “¿Y?”.

“Caroline, sus hombres encontraron a tus padres en el lejano Pueblo Nimes. Si yo no... con su carácter cruel, tus padres no habrían estado vivos... estaba tratando de protegerte, pero sigues poniéndote en el epicentro del peligro”.

No la entendí del todo: “¿Qué me estás tratando de decir?”.

“Mis hombres ya planearon y pensaron en todo. La única forma de que