“Tienes razón, Isabelle”.

Cedar tenía a Isabelle desde que eran niños. Era solo que su relación anterior era un poco distante.

Isabelle prometió solemnemente. “Hermano Mayor, siempre estaré contigo”.

Naturalmente, eso no significaba que ella permanecería a su lado en todo momento. Sin embargo, ella pensaría más en él que en cualquier otra cosa, dondequiera que estuviera.

“Ya no me llames Hermano Mayor”.

“Está bien, Hermano Cedar”, respondió Isabelle.

Sin embargo, sintió que Hermano Mayor sonaba más íntimo. Por alguna razón, se sentía un poco incómoda llamándolo Hermano Cedar. Sonaba un poco extraño.

…

Cuando Isabelle y Cedar finalmente llegaron al aeropuerto de Ciudad Ron, ya eran las once de la noche.

No había mucha gente esperando para recoger a otros en medio de la noche, pero todavía había entre veinte y treinta personas en la sala de llegadas. Casi la mitad de ellos eran de la familia Yach.

El que estaba frente a la multitud era el padre biológico de Cedar.

Cuando vio a