Blaze simplemente era demasiada obstinada.

Ella había perseguido obstinadamente a Lucas hasta su casa y esperó allí ansiosamente. “¿Qué más puedo hacer?”.

Blaze dijo con impotencia: “Nunca le he agradado”.

Chuck dijo: “Al Presidente Moore no le agrada nadie”.

“No trates de aconsejarme que me rinda. Deberías llevar el sofá primero. Me siento un poco triste, acompáñame a beber más tarde”.

Chuck suspiró y llamó a la puerta.

Lucas salió del balcón y volvió a su sala de estar para abrir la puerta. Luego de abrir la puerta, volvió al balcón. Lucas se sentó en su sofá en el balcón y se puso a fumar mientras miraba las luces de neón de la ciudad. Era un buen lugar para observar las luces de la ciudad y el tráfico en movimiento, con las multitudes animadas debajo. Se suponía que era una noche muy animada abajo, pero se sentía tan tranquilo.

Una vez que Chuck terminó de ordenar a los trabajadores que reemplazaran el sofá, se acercó a Lucas y le informó: “Presidente Moore, dejaré la comida