Le pregunté: "¿Quieres disfrutar de un tiempo a solas conmigo?".

"Puedes interpretarlo así si quieres".

Por alguna razón, Zachary transmitió un aire misterioso al decir eso.

"Ahora tengo mucha curiosidad".

Me cansé después de caminar durante los siguientes veinte minutos. Al final, Zachary me cargó en su espalda y me llevó a casa.

Quería ducharme después de llegar a casa. Cuando estaba a punto de tomar mi pijama del armario, volví a ver las dos cajas de regalo que había dentro. Tuve que contener mi curiosidad y me obligué a cerrar el armario de golpe.

Cuando salí de la ducha, vi que Zachary colocaba las dos cajas de regalo en el sofá. Me acerqué a él y lo abracé. Le pregunté: "¿Ya puedo saber qué hay dentro? La curiosidad me está matando desde hace días".

"Por supuesto, lo sabrás mañana".

"¿Todavía tengo que esperar siete u ocho horas?".

Zachary se dio media vuelta y me besó. De pronto, su voz sonó juguetona al decir: "¿Deberíamos hacer algo más agradable para desviar nuestra