Mi cara se sonrojó por sus bromas.

Ahora que lo pienso, hacía diez meses que no nos abrazábamos. Nos reconciliamos tras una breve separación, y fue como si estuviéramos casados de nuevo. Por alguna razón, me sentí un poco nerviosa. ¿Era porque hacía tanto tiempo que no veía a Zachary?

De repente, puso una cara seria y me preguntó: "¿Por qué te sonrojas?".

Me quedé sin palabras. Zachary volvió a bromear conmigo, así que cerré rápidamente los ojos.

Suspire. El apetito y la lujuria eran naturales.

"Segundo Hermano, no me seduzcas ahora".

Escuche claramente la risita de Zachary. Cerré los ojos y no me atreví a mirarlo. Al cabo de un rato, la habitación volvió por fin a su silencio original.

Abrí tranquilamente los ojos y vi la mirada de Zachary puesta en mí.

Le pregunté: "¿Qué estás mirando?".

Apoyó la palma de su mano en mi pecho. Fruncí un poco los labios. Entonces, le oí decir: "Estoy deseando que llegue. No puedo esperar".

Me sorprendió ver a Zachary tan directo por primera v