“¿Carlos?”, preguntó Kate. “Sé que dije que iría a verte durante todos tus juegos de campeonatos, pero…”.“Tómate todo el descanso que necesites”, sugirió Carlos. “Me iré, feliz, contento e inspirado, sabiendo que cuando regrese, tengo una esposa y un hijo esperándome en casa”.Carlos suspiró, pensando sobre su itinerario. Declaró: “Kate, solo tengo tres semanas antes de irme de nuevo al Abierto de Australia. Te consentiré cada minuto mientras esté aquí”.El Diablo fue fiel a sus palabras. Luego de sus prácticas de tenis, pasaba el resto de sus horas diarias preparando las comidas de Kate, acompañándola al baño, masajeando sus pies, comprando por adelantado todos los cuidados para el embarazo que su esposa necesitaría, y en casi todo, Carlos estaba siendo sobre protector de su esposa.Se negó a dejar que Kate trabajara durante su primer trimestre. Aunque la doctora no ordenó lo mismo, él y Kate tuvieron cuidado esta vez.Un día antes de que Carlos se fuera, Kate estaba sentada en
“Creo que se te fue la mano con el humectante”, comentó Kate mientras Carlos le ponía loción repetidamente en su estómago.La sonrisa de Carlos llegaba a sus orejas mientras que a veces le hablaba al vientre de Kate. “Hola, bebé. Papi está en casa. Te extrañé demasiado a ti y a mami”.La felicidad de Carlos parecía interminable, pero pronto, una pizca de tristeza se apoderó de él. Miró hacia Kate y reveló: “La competencia comenzará más rápido de lo que esperaba”.“Oh…”, reaccionó Kate, le dolía el corazón por la noticia.“Estaré aquí durante seis semanas, practicando con Alex. Luego me iré de nuevo para Wimbledon”, le recordó Carlos. “En el lado positivo, ya no requieren que me una a torneos menores después de Europa, por lo que puedo quedarme hasta el Abierto de Estados Unidos”. La sonrisa de Kate regresó. Ella comentó: “Creo que eso es genial. Estarás aquí cuando nuestro bebé sea más grande. Escuché que será el momento más difícil para mí”.Al levantar su ceja, Carlos preguntó
“¡Fuera!”, anunció el árbitro.La final de Wimbledon se había extendido hasta el cuarto set, con Carlos liderando por dos sets. Carlos aún estaba a la cabeza en el cuarto set, y el potencial punto final del campeonato estaba en duda. El árbitro dijo que la pelota quedó fuera, mientras que los fanáticos del Diablo dudaban de la decisión.Carlos había golpeado la pelota un poco más arriba, y aunque el árbitro pensaba que estaba fuera, la multitud dijo que entró. Las afirmaciones de la audiencia fueron ensordecedoras.“¡Está dentro!”.“¡El Diablo gana!”.“¡Lo vimos! ¡La pelota está dentro!”.Los ojos de todos estaban fijos en la pantalla LED, donde el sistema del Ojo de Halcón reproduciría dónde aterrizó la pelota. Cuando las cámaras reflejaron cómo entró la pelota, ¡la audiencia gritó! Carlos sintió que su piel se erizaba con la forma en que sus fanáticos exclamaban su felicidad y ovaciones.“¡Y el campeón de Wimbledon de este año es Carlos Ronaldo, El Diablo!”.El Diablo se acer
Marcador:Ronaldo: 6, 6, 5Murray: 4, 4, 4 En el tercer set, Carlos estaba adelante por cinco juegos, y en el juego final, estaba liderando por un punto.“Treinta, quince”, anunció el árbitro los puntajes.El rostro de Carlos estaba rojo por todo el correr que había hecho. Estaba recuperando su aliento mientras rebota la pelota contra la dura cancha, listo para servir. Había estado dando lo mejor de sí mismo, sin dejar que Roger Murray consiguiera siquiera un set.Después de levantar la pelota, la golpeó con su raqueta.“¡Fuera!”.Luego de dejar salir un suspiro, Carlos estaba aliviado de que todavía tenía un segundo intento para servir la pelota correctamente. Luego de volver a servirla, Roger corrió hacia el extremo derecho de su cancha y devolvió la pelota. Carlos rápidamente la voleó de regreso y Roger cedió otro punto.“Cuarenta, quince, punto de campeonato”.Listo para servir, Carlos besó su colgante. Se limpió el sudor de su rostro con su muñequera y lanzó la pelota al
Kate y Carlos observaron a Kyle sostener las piernas de Manuel y limpiar su suciedad. Observaron cómo el Director Ejecutivo de la Corporación Diamante Wright giraba el delicado cuerpo de Manuel con cuidado de lado a lado, para luego vestirlo con su ropa. Después de ponerle los pantalones de bebé, Kyle afirmó: “¡Lo ven! ¡Es fácil! Como un paseo por el parque”.“Eso fue muy rápido”, tuvo que admitir Carlos.“Tengo un talento innato para cuidar bebés”, afirmó Kyle. Una sonrisa confiada se formó en su rostro, agregando: “Aunque también viene con la experiencia”.Kate miró por encima de su hermano y vio a Gaby riéndose mientras cargaba a su hija de un año, Gale. No estaba segura de qué creer, pero igual estaban agradecidos por la ayuda de Kyle, mostrando su mejor técnica para cambiar a un bebé.“Déjame cargar a mi sobrino por un rato”, pidió Kyle, sacando a Manuel del cochecito. “Cárgalo así, hazle caso a tu hermano mayor”.“¿Qué hay de mi estilo? ¿Quieres ver cómo cambió a mi sobrino?
“Alexander y Savannah, ¿han venido aquí por su propia voluntad, y sin la obligación de casarse con el otro?”, preguntó el oficiante.Inmediatamente, Alexander y Savannah dijeron juntos: “Sí”.“Puede besar a la novia”.Se escucharon aplausos en la boda, celebrada en el campo de la ciudad natal de Savannah. La boda fue celebrada frente a un castillo histórico en Tipperary.Mesas y sillas estaban repartidas por el verde césped que rodeaba el castillo. Tiendas cubrían a los invitados del sol, y andamios de acero se elevaban a veinte pies de altura, decorados con varias flores moradas y blancas.Todos los miembros de la familia Wright asistieron a la boda irlandesa. Samantha y Ethan estaban presentes. Carlos y Kate vinieron con Manuel; Kaleb trajo a su hijo, Liam; Kyle y Gaby tomaron un desvío de Fridonia a Irlanda; y Kenzie vino con su esposo, Andrew.Un viaje a los campos de Irlanda no era algo de lo que se perderían. Las vistas eran simplemente impresionantes. Las laderas de la mon
Pasaron los meses.“Hasta el día de hoy, Carlos Ronaldo sigue siendo el número uno y ha sido consistente durante 426 días, más de 60 semanas y contando. El Diablo reclamó tanto el Wimbledon como el Abierto de Estados Unidos. Erik Berg aún sigue detrás de él, y Alexander es el siguiente. Roger Murray quedó en el cuarto puesto de la clasificación después del Abierto de Estados Unidos”.“¿Por cuánto tiempo más estará El Diablo en la cima? Con su creciente negocio, ¿hasta cuándo seguirá El Diablo jugando?”.Un domingo, Kate y Carlos estaban viendo las noticias grabadas de la televisión nacional desde la sala de estar. Después de las declaraciones iniciales del reportero, El Diablo respondió una entrevista. En el monitor, Carlos podía ser visto saliendo del campo de entrenamiento de tenis en Nueva York. Dijo frente a la cámara: “Seguiré jugando, pero solo estaré en la cancha de vez en cuando. Si el destino quiere que siga en el puesto número uno por más tiempo, entonces eso es una bendic
“¡Bua! ¡Bua!”. El sonido de llanto de un bebé resonó por toda la sala de partos y, al igual que en su primer parto, sus ojos ardían por las lágrimas.“El bebé Ronaldo está fuera”, anunció la doctora.El bebé que lloraba fue colocado en el pecho de Kate para que ella y El Diablo lo apreciaran.“Ah, qué pequeño tan furioso”, dijo Carlos, al ver que Andre no cesaba sus llantos.El tiempo vino y se fue. A las treinta y ocho semanas, Kate dio a luz a su segundo hijo, Andre Pete Ronaldo. “Felicidades por tener un bebé sano, Señor y Señora Ronaldo”.La pareja disfrutó durante unos segundos acariciando la cabeza de Andre antes de que Carlos comentara: “Estoy feliz con nuestros dos hijos, Kate, pero… deberíamos seguir intentando. Quién sabe, tal vez tendremos a una mini Kate la próxima vez”.Kate asintió, diciendo: “No hay nada de malo en intentarlo”. Miró a su hijo, fascinada. Estudió sus lindos labios, diciendo: “¡Te amo, bebé!”.“Y papi te ama, Andre”, repitió Carlos.Era otro año