Punto de vista de Lucifer:

Me tomó toda mi fuerza de voluntad, detenerme y retirar mi pene de su boca. Me había imaginado innumerables veces que mi preciosa me estaba chupando, con sus labios rojos y carnosos envueltos alrededor de mi pene.

Ahora, cuando la hice desnudarse y arrodillarse en el suelo, le ordené que metiera mi pene en su boca. Ella estaba demasiado asustada para obedecer. Empuñé su cabello y metí mi pene, a la fuerza.

Seguramente le cogería la boca y la haría tragar mi semen, en cualquier otro momento, si tuviera la oportunidad. Pero ahora no podía hacerlo.

Si lo hiciera, sería otro Derek para ella. Pero este chequeo de la realidad, era necesario para ella.

Ella necesitaba darse cuenta de que era mía, ella me pertenecía y yo tenía todo el poder. Podría escuchar todas sus quejas, pero no aceptaría su falta de respeto. No toleraría que dijera que era mi esclava. Porque en mi corazón ella mandaba, era mi reina. Aún así, yo estaba consciente de que era un hombre desalma