Jamás en mi vida había tenido tanto por mi vida, estaba muy preocupada, por Alex y Abril. Mi mente daba mil vueltas tratando de encontrar alguna forma de escapar, o de poder llamarlo.

Como nunca antes deseaba que Alfred estuviera aquí, era el único que podría salvarme de esto. No creía en vampiros, hasta que los vi, y no se parece nada a las de las novelas. El miedo me llenó al ver sus caras pálidas, frías, carente de todo tipo de emoción.

"Cadáveres andantes", lo llamaba Zack, y nada se le parecía más que eso. Parecían humanos a simple vista, podría ser uno de nosotros y no lo sabemos. Según escuché, alguna vez fueron seres mortales, con familia, pero luego se le obsequió una oportunidad. Eso había contado uno de ellos.

Todos lo que pasaban por mi lado parecía querer devorarme, el exceso de amabilidad era sospechoso, uno de ellos se acercó a mí con la intención de lastimarme, pero no lo hizo.

No sé por qué razón aún sigo viva, imagino cada momento que pronto alguien atravesará la