Libeyka se había encerrado en la habitación el resto del día, no quiso salir a comer , tampoco quería hablar con nadie. Por la noche Leiya tocó la puerta, ya lo había hecho varias veces durante la tarde, pero Libeyka no había querido abrir.Por favor me puedes continuar así, debemos hablar. No recibió respuesta pero insistió. —Si no abres le diré al ama de llave que lo haga. Por favor, Libeyka, hablemos. De repente abrió la puerta.—Solo necesitaba estar sola y pensar.—Todos estamos muy preocupados por ti, nunca te habías encerrado ni aislado de esa manera.—Nunca había tocado fondo como ahora.Regresó a la habitación y se sentó al borde de la cama, Leiya la siguió y también se sentó a su lado, Libeyka puso sus ojos mirando hacia la nada, Leiya agregó:—No puedes derribarte ahora, siempre has sido una hembra alfa inquebrantable, no te rindas, eres la esposa de mi hermano.—Estoy derribada desde hace mucho tiempo.—Aunque Aurora haya parecido con vida, eso no significa que pueda c
LA CENAAurora.Se acerca la hora de la cena, será la primera vez que vaya a comer con mi cachorro, ya lo he hecho otras veces, pero esta vez Draco estará a mi lado, también estarán presentes, papá y mi hermana; Me siento dichosa a pesar de todas las preocupaciones que tengo en mi mente. Maite me está ayudando a arreglarme, me trajo el estuche de maquillaje y varios de mis vestidos largos, son elegantes, ya que la cena será en el palacio junto al alfa, el protocolo exige ropa de etiqueta. Aunque quisiera vestirme casual, no puedo; pero no importa, estoy contenta y emocionada, he empezado una nueva etapa de mi vida, muy pronto mi pequeño me dirá mamá, solo necesito algunos días para darle mi cariño y que él comience a quererme como lo que soy, su verdadera madre.Elegí un vestido beige, es el más sobrio de todos los que están sobre la cama, es que no quiero vestirme para llamar la atención de nadie, solo deseo pasar las horas con mi hijo. Cómo deseo sanar pronto de mi herida, cuando
UNA SEMANA DESPUÉS. Aurora. Me dieron de alta hace un par de días, regresé al aposento que me asignaron desde que llegué por primera vez como Luna Meyer. En este momento me encuentro con mi cachorro en su aposento, estoy bañando junto con la niñera, aunque no puedo mover mi brazo izquierdo, pero con mi brazo sano estoy restregando su espaldita con la esponja. Me siento tan dichosa, Draco es un niño muy afectuoso, aún me dice Aurora, no hemos hablado nada acerca de que soy su madre, aunque él ya lo sabe. Pero no importa, sé qué pronto llegará ese momento, cuando de su boca salga esa palabra, “mamá”. Doy un suspiro silencioso, estoy aquí con mi cachorro, él vive, pero por años supuse que estaba en esa tumba. Gracias a la vida de mi hijo yo desperté a la mía, porque antes de saber que su corazón latía, yo no tenía suficientes razones para ser feliz, para luchar o para sonreír, solo lo hacía por mi padre y mi hermana, pero mi vida no tenía sentido. Draco me habló: —Ya teng
Le dije a Daren.—No miento cuando digo que tienes esposa.—Eso será por muy poco tiempo, los trámites del divorcio ya comenzaron, pronto estaré libre de ese compromiso y me casaré contigo, ya eres mi compañera.—No podemos casarnos.—¿Por qué? Nada lo impide.—Porque no te amo y no deseo estar contigo.Me agarró de nuevo de la quijada.—Me perteneces, eres un regalo de la diosa que no pienso desechar. —Ya me desechaste hace mucho tiempo.—Era un chiquillo estúpido e inconsciente, tomé malas decisiones; pero ahora soy distinto, y si hay algo que estoy dispuesto a hacer es luchar por ti, por recuperarte. No digas que no me amas, no pudiste resistirte a nuestro primer encuentro después de siete años —subió su mano por mi brazo y deslizó de nuevo hacia abajo—. Yo tampoco pude hacerlo, aún creyendo que eras la esposa de mi tío, una loba prohibida para mí, caí en tus brazos, fuí víctima de tu amor, de tus besos apasionados —se pasó la lengua en medio de sus labios—. de tu piel de terciop
Aurora.Rio con alegría, Draco es un niño travieso, la niñera y yo le estamos vistiendo, pero él nos ha retrasado porque está brincando en la cama.—Detente pequeño, vas a sudar y tendrás que bañarte de nuevo. —él con su voz angelical me dijo:—Mira Aurora, salto más alto que una rana, ven salta conmigo.—No puedo, mira como tengo el brazo vendado, mejor bájate de la cama. Me hizo caso, la niñera le abrochó la camisa. Cuánto anhelo recuperarme del todo, cuando eso suceda, no dejaré que la niñera se haga cargo de mi hijo, lo haré yo misma, seré una madre muy celosa con su cuidado.De último le acerqué la chaqueta, era un traje de paño gris oscuro, ese día Daren regresaría de su viaje y la familia lo iba a recibir en la galería. —Te ves precioso y muy elegante. —Lo peiné.La niñera me dijo:—Señora, usted debería ir a alistarse, el alfa no demora en llegar.—No voy a ir a la galería, no me corresponde, además, todos piensan que Luna Meyer está encerrada en las catacumbas, sería contra
Aurora.Me encuentro en el aposento, parada junto a un ventanal, abrí sus puertas para observar el ocaso del sol y la aparición de la luna creciente, ya está anocheciendo, Daren llegó al palacio hace más de una hora, Draco fue a recibirlo. Yo no asistí, no tengo que hacerlo, no soy su esposa y no me ha reclamado como su mate, solo a partir de entonces estaré obligada a sujetarme a él, a su voluntad, aunque no sea mía. Pero no importa, eso no me hará sufrir, cuando tocas fondo como yo le he dicho, las demás cosas son insignificantes, cosas que son insoportables para otro, para mí son fáciles de digerir. Lo que más anhelaba era recuperar de Draco, por mucho tiempo recé a la diosa con ahínco, ella respondió a mis plegarias, no voy a quejarme porque me toca estar en este palacio, al fin estoy con mi pequeño; también mi panza ha comenzado a crecer, ya se me nota un poco el embarazo, me lleno de ilusión cada vez que me veo en el espejo, con este cachorro haré todo lo que no pude hacer con
Daren.Tengo en mi aposento una estatuilla de la diosa, me acerqué a la mesa donde ella estaba; por dentro me sentía acongojado y quise rezar.Tomé una rosa de un florero y la puse junto a la estatuilla y encendí el incensario, es mi manada es costumbre hacerlo como un modo de ofrenda ante de elevar plegarias a la diosa; después de mantener el silencio por un rato, abrí mi boca y dije:—Por años anhelé que Aurora estuviera con vida, deseé con todas mis fuerzas un reencuentro con ella, quise recuperarla y traerla mi vida, convertirla en la reina de mi casa —me brotaron las lágrimas que había retenido dentro de mí ser—. Me sentí feliz cuando supe que Luna Meyer en realidad era Aurora, dije que al fin mis plegarias habían sido respondidas, los anhelos de mi corazón habían sido concedidos; pero me estoy dando cuenta que Aurora ya no es la misma, es distinta, no se parece en nada a esa chica que conocí, la mujer que ha extrañado todos estos años. Sé que tengo la culpa, fui el causante de t
Daren.El cielo se está cubriendo de nubes grises, con mi oído de lobo oigo una tormenta que se aproxima por el este. Seguramente lloverá en un par de horas.Seguí a mi loba, siento enojo porque no es obediente como se supone que debería ser mi mate, pero a la vez me está gustando esta versión rebelde de Aurora, cada segundo que interactúo con ella me enamoro más, la amo más y deseo ser suyo, hacerla mía.Ella bajó hacia el lago, creí que quería nadar y matar su enojo, pero ahora que me acerco me doy cuenta que está dirigiéndose hacia el bosque, entonces comienzo a correr, no puedo perderla de vista; los guardias del palacio no conocen el lobo de mi mate y no se han dado cuanta de que uno de mis tesoros está huyendo. Temo que ella vuelva a desaparecer, aunque no sería posible que Aurora abandone a Draco para huir de mí. ¿O sí? Quizás me odia tanto que desea desaparecer para siempre.Decidí aullar su nombre.«Aurora»La llamé varias veces, pero ella hizo caso omiso.¿Qué se supone que