Oliver llevó a Mia a una de las habitaciones, desnudó a a su reyna con delicadeza, Oliver en su nueva condición de vampiro lamió la toda la sangre que manchaba su cuerpo, su saliva ayudaba a cicatrizar sus heridas con rapidez,

Si, ésto también Alexandro podría haberlo hecho, salvar a su Luna con su sangre y ayudarla a sanar, pero él estaba muy lejos, además que el destino y la naturaleza habían decidido juntar a éstos dos seres,

Cuándo Mia reaccionó y su cuerpo estaba en buenas condiciones, entró en celo inmediatamente con Oliver, el Vampiro estaba encima de su cuerpo besándola, acariciándola, provocándole sensaciones desconocidas que la estremecían

El vampiro pasaba sus garras por todo el cuerpo de su hermosa reyna apoderándose de sus regordetos senos perfectos para él, Mia arqueaba su cuerpo dejandose llevar por las sensaciones y placer que la lengua de Oliver le porvocaba,

Cuándo su humeda intimidad estuvo lista para él Oliver la penetro con gentileza pero a la vez con ímpetu salvaj