ALEXANDRO LOMBARDI

Un hombre increíblemente varonil con un cuerpo que parecía haber sido tallado por los mismisimos Dioses griegos, con unos fascinantes ojos grises azulados fríos cómo el mismo hielo! 

Mi nombre es Alexandro Lombardi, soy el Alfa Rey de todas las manadas de lobos de todo el mundo por herencia de mis padres, ésto a sido así por milenios el linaje de nuestra familia es lo más importante para nuestra familia

Voy bajando de mi avión privado llegando a la ciudad A a ver a mi beta y mano derecha Dante, fue atacado en una junta de negocios por unos socios traidores, llego apurado al hospital buscando a mi amigo, aprovecho qué el personal está distraído y me adentro a buscar por mi cuenta, de repente al llegar a la puerta de una habitación siento llegar a mí un aroma a brisa marina y tierra mojada mis favoritos, mi lobo kenedy grita mate! mate! búscala rápido búscala! 

Dentro de la habitación Mia apenas estaba reaccionando lentamente, todavía estaba bajo  el efecto del sedante qué le administraron, cuándo escuchó al oído decir míaaa! Se dijo a si misma siiii! ese es mi nombre! __ Mia alcanzó a ver una imagen borrosa de un hombre qué desapareció tan rápido cómo llegó al escucharse la puerta entrando el doctor y dos enfermeras, kenedy el lobo de Alexandro  gritaba hay qué tocarla rápido toquemosla!  vuelve! entra ahí, no quiero irme!

La hermosa mujer que había tenido un accidente de auto y que apenas estaba recobrando la conciencia era su tan buscada luna,  el Alfa Alexandro no podía creer qué al fin la tuviera frente a él 

Mi luna es bellisima dijo Kenedy, Alexandro soltó un gruñido grrr!!

bueno nuestra luna! murmuró el lobo de Alexandro

El imponente Alfa pensaba para sí, te busqué cientos de años y te encontré dónde menos pensé qué lo haría,__  ya qué te encontré no te dejaré ir nunca mi luna! mi mate!..

Alexandro recordó todos los viajes qué realizó con la esperanza de encontrar a su pareja destinada, pero se decepcionaba tanto al final de cada uno de ellos cuándo tenía qué volver con las manos vacías, sintiendose sumergido en una terrible y dolorosa soledad 

Hoy que por fin la a encontrado su pecho reboza de felicidad, nada ni nadie en este mundo lograría separarlos, al menos eso pensaba Alexandro el Alfa Rey de todos los licantropos del mundo..