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El Celestial Abel
Esa misma tarde Alfa y luna citaron a la mejor organizadora de bodas de Nueva York, la mujer cuando escuchó que el millonario Masherano quería que su boda estuviese lista para dentro de una semana, por poco y lo rechaza, pero el hombre le iba a pagar excelentemente bien y se lo puso como reto personalEn la cita, Lizandro también opinó sobre la decoración, las flores, banquete y demás detalles, el dejaba ver con total seguridad lo que quería en la boda, el costo no importaba, la planeadora se quedó impresionada con la pareja, ambos eran bellos, la novia tan angelical y el novio tan varonil Cuando llegó el momento de elegir el diseñador del vestido, Patricia les sugirió a su amiga Anastasia, les dijo que recién estaba a punto de lanzar su última colección y que está era de vestidos de novia, a Valentina le encantó la idea de ir a conocer los diseños, agendaron para al día siguiente a las once de la mañanaEsa noche en la cena, los hermanos Masherano felicitaban a Lizandro por el compro
¡Tu único prometido soy yo!
Valentina y Lizandro se encontraban concentrados en organizar su boda, el Alfa también se había involucrado, le había puesto a su amada luna a los mejores expertos en organizar bodas, la joven y bella arqueologa solo elegía colores, texturas, sabores, flores y demás, todo sería a su completo gusto a excepción de la canción que bailarían cuando ya fueran esposos esa la elegiría el apuesto loboValentina llegó a la cita al salón de Anastasia Drago, se sorprendió al verla tan joven, la diseñadora era muy hermosa, tenía el rostro de princesa, un cabello largo negro como la noche y unos hermosos ojos verdes demasiado expresivos para ser una vampira— Hola que tal, soy Valentina Bianchi, ¡y... me voy a casar! — La adorable luna estaba feliz, en los preparativos de la boda con Elías ella se hizo prácticamente cargo de todo, eligió los colores con los que serían decoradas las mesas, el banquete, flores, su vestido, pero Elías eligió a todos los invitados, apenas pudo quitarle un par de pases
La furia del Alfa Masherano
Elías Sotomayor, ya no era solamente un poderoso CEO, ahora la manada de sangre pura lo había nombrado su Alfa, solo necesitaba presentar un heredero y una mujer que sería una luna digna, el lobo nunca había pensado en Evangelina para ese puesto pero ella le había comunicado de su embarazo y por eso, solo por eso lo estaba considerando, pero no podía dejar de pensar que la perfecta luna para él era... Valentina Bianchi— Déjame ir Elías, lo nuestro terminó hace mucho tiempo, tenerme aquí contra mi voluntad no cambia las cosas, yo seguí con mi vida, sigue tu la tuya—¿Creés que es así de fácil? me debes mucho todavía, Valentina, me debes todo lo que invertí en la boda de la que te dejaste llevar por Lizandro Masherano y me debes la vergonzosa humillación que me hiciste delante de todos los importantes invitados— No fui yo quién te humilló de esa forma, si te hubieses dado a la tarea de investigar quién subió ese vídeo falso, te habrías dado cuenta de que era inocente, pero aún así no m
El dueño de Clubes Nocturnos
Elías hizo llamar al doctor de su manada, para él fue muy complicado salvarle el ojo dañado, hizo lo más que pudo por horas, curó las profundas heridas que el Alfa Massherano le ocasionó alrededor del órgano, cuando ya ruco toda el área esterilizada puso una gasa y vendó la herida.Elías se tendría que quedar en cama mientras sanaba, era un Alfa fuerte, pero se había cruzado con un alfa muy poderoso y experimentado como el rey Alfa Masherano, eso se había ganado por intentar forzar a su luna y golpearla, el médico pensaba que era una suerte que siguiera vivo y que lo más probable era que Lizandro le diera caza, un lobo como él no dejaría pasar esta grave ofensa... tocar a la luna de un Masherano, se necesita ser muy imbécil para hacer una estupidez como esa, por que sería lo equivalente a cavar tu propia tumbaLizandro subió a su luna a su habitación, ella mantuvo escondido su rostro en el pecho del lobo, debido al vínculo, el Alfa podía sentir parte de lo que atribulaba el corazón de
No me juzgues por mi pasado, Valentina
Valentina se encontraba mirándonos flores y a la vez celosa y molesta, se preguntaba por las cosas que su Alfa había hecho y conocido durante largos mil quinientos años, en cambio ella él era todo lo que conocía, sentía que lo amaba de eso no tenía duda, pero no le gustaba ser tan inexperta a sus ojos y los ojos de todosLa mano de la bella luna acariciaba una florecida rosa roja cuando escuchó una voz conocida que la llamaba— ¡Valentina..! — ¡Maestro! — el apuesto decano del museo de la ciudad estaba ahí, muy cerca de ella— ¿Qué haces aquí, Valentina? te he buscado por todas partes, jamás habría imaginado que estarías en la mansión Mascherano— Maestro, que alegría verlo — la joven arqueologa avanzo hacía el licantropo y lo abrazó, estaba feliz de verlo, él siempre la había motivado a que siguiera su vocación por la antropología y a no permitir que su familia aniquilara sus sueños, más de pronto un rugido los paralizó— ¡Suelta a mi luna Artemius Lan! si lo tengo que volver a repet
¡No hay despedida de solteros para nadie!
Artemius ya estaba esperando a su Alfa en el despacho, lo que tenía para decirle no le resultaba para nada sencillo, pero le sería honesto por que tenía derecho de saber la verdad El imponente lobo entró y tomó asiento en su cómoda silla, frente a él yacía Artemius, el rostro del historiador no parecía tener buen semblante— ¿Y bien? ¿has traído lo que te pedí? ya sabes ahora de quién se trata, ¿pudiste encontrar algo con respecto a ella? — Lo hice, pero.... Alfa, mucho me temo que no serán buenas noticias para usted — Artemius abrió el portafolio, sacó de el unas hojas que parecían ser parte de un libro antiguo, también un mapa con constelaciones— ¿Qué es todo esto? ¿pergaminos, mapas? — Es lo que pude encontrar, solo hay partes de la profecia, aquí dice que el hijo de Amenadiel el ángel más cercano a dios, fue traicionado por un envidioso angel que estaba celoso de su perfección, de su integridad y de ser reconocido por el creador como uno de sus hijos más leales, se dice que el
El club de stripes
Esa noche, Valentina le dió la espalda al Alfa a la hora de dormir, esa era su primer pelea, la bella luna amaba tanto a Lizandro que estaba muy celosa, y el no había ayudado mucho con ese mal genio que había tenido todo el día, hasta sus hermanos le sacaban la vueltaEl lobo gruñó y también le dió la espalda a su luna, para cuándo Valentina abrió los ojos el Alfa ya no estaba en la cama, la joven arqueologa se apresuró a alistarse por qué tenía cita con la planeadora de bodas que se sintió muy aliviada cuando supo que la novia de la boda de encontraba a salvoValentina bajó y tomó una manzana del frutero para comérsela en el Camino, ella iba vestida de exploradora, se veía tan linda y adorable, los hermanos Masherano que se encontraron desayunando le sonrieron apenas la vieron excepto Lizandro, el todavía seguía molesto por qué su luna no le dio cariño por la noche, lo ignoró por completo— Buenos días chicos, tengo un poco de prisa, ya no alcanzo a desayunar, comeré algo por ahí cha
Valentina y Anastasia, Atrapadas
— No puedo creer que mi luna me haya desobedecido tan deliberadamente, no me explico cómo una mujercita tan reservada como ella está metido en ese lugar de hombres que buscan el dinero fácil coqueteando con mujeres Mis inútiles centinelas están afuera del club esperando a Valentina en lugar de avisarme, por la diosa que apenas la atrape me va a conocerEl Alfa salió del despacho con el tono de sus ojos en un azul brillante, se cruzó con Many que recién llegaba de uno de los clubes, venía de pésimo humor por qué no se pudo follar a la hermosa rubia de medidas perfectas que eligió para desahogar y calmar el estrés — ¿A dónde vas Lizandro? ¿que te hizo enfadar tanto?— Voy por mi rebelde luna, ella se ha metido junto con sus amigas a un club para damas, ¿lo puedes creer? ¡le dije claramente que no tenia permitido tener una despedida de soltera! — ¡Carajo, vamos por ella antes de que te la encierren!— ¿Qué me la encierren? ¿de qué demonios hablas? — De que la encierren en el cuarto o