El silencio invadía la cocina de la gran mansión Campbell, el más pequeño que acompañaba a las dos mujeres no era alguien conversador, de hecho, la primera palabra escuchado había sido un

“mamá”

Por lo que no se esperaba mucho de este, mientras la tensión en el lugar, era más que obvio, las dos mujeres parecían sumidas en sus pensamientos, mientras Elie buscaba de manera desesperada

Las medicinas de su madre, todo en busca de que no tuviese que seguir en aquel incómodo lugar, era cierto que tenía que hablar con Abigail, tener que enfrentarla y decirle tantas cosas, pero decir y hacer eran cosas completamente diferentes

Elie estaba nerviosa ¿Cómo podría ella decirle a su amiga que lamentaba el hecho de arruinar su deseo de estar con el hombre que amaba?

Elie se sentía como el ser más miserable, uno que incluso a pesar de tener tal sentimiento, solo se resignaba a lo que ocurría y se lamentaba en silencio

No más que una sínica sin fundamento ante sus propios ojos, esto arruinaría su ami