LEANA

Sus ojos grises me detallan y le sonrió ladeando mi cabeza ya que se ve muy tierno.

—Ven aquí preciosa.

Palmea su pierna y rodeo la mesa sentándome donde me pide. Aprovecho para besarlo como tanto me gusta y acepta mi gesto abrazándome por la cintura con la posesividad que lo caracteriza.

Yo solo espero que todos estos sentimientos no sigan emergiendo, tomando mas fuerza pero con momentos como estos se me hace imposible controlarlos.

—Esto será un proceso para los dos, confío en ti, tu comienzas a confiar en mi y en verdad Leana que deseo que funcione contigo porque me estas gustado mucho.

Me hace reír y me perdí en el gris tormenta de su mirada.

—No sé porque me gustas tanto—le beso toda la cara y estos momentos alimentan mas mis sentimientos.

—Sera porque soy un sexi millonario.

—Oye—golpeó su pecho—Presumido.

—¿Sabes?

—¿Qué cosa? —le beso la nariz.

—Tengo un regalo para ti.

Abre la gaveta y saca otro cheque el cual me entrega y me deja la quijada en el piso.