CAPITULO 17Luciana pierde el conocimiento, los lobos Delta se aprovechan de la distracción para llevársela por la ventana de su habitación, nadie se percata que en la habitación no está la reina de la manada.Mateo quiere pelear, siente que esto es suyo y que se lo han arrebatado de las manos, que Antonio debe seguir siendo un bastardo.Odia saber que él le quitó todo, le quitó a su padre, su manada y el amor de su vida, la idea de ver a Luciana en los brazos de otro le vuelven loco.Mientras toman una pausa, Mateo sale al pasillo, jala del brazo a Francisco y de inmediato le interroga.— Los dos teníamos un trato ya pactado, mi padre le iba a dar un gran dote por Luciana, pensé que era un lobo de palabra — gruñe furioso pues siente que fue engañado por el padre de Luciana.— Estabas muerto, necesitaba que mi hija se casara, además Antonio la acepto aún sin virtud, pues ya se que tú la tomaste — Francisco le reclama por haber cruzado ese paso tan delgado.—¿Por qué Antonio no lo sabe
CAPITULO 18Luciana se siente anonadada en aquella celda pequeña, oscura y fria, pero se promete tener entereza y no dejar que Ernesto domine su alma, es un ser que solo demuestra su falta de corazón.Cuando ve por una ventana los rayos del sol, exige que le lleven algo de comer, y no es para menos, lleva varias horas sin probar bocado.Uno de los lobos la toma del brazo y la saca de ese lugar, la lleva hasta el comedor dónde Ernesto ordenó la preparación de platillos mucho más exquisitos a los de la noche anterior, en un intento desesperado de gustarle al fino paladar de su comensal invitada.Luciana accede a comer, no sabe cuánto tiempo estará aquí y cree que debe mantenerse fuerte, es lo único que le importa, confía de una manera extraordinaria en que Antonio vendra por ella, toda la noche ha pensando en el, a pesar del encuentro escabroso con Mateo Antonio es el dueño de sus pensamientos.— Espero que te guste, prepare un menú adecuado para una señorita de sociedad como tú — Ernes
CAPITULO 19Luciana corre para ayudar a Mateo, mientras Antonio ordena que lleven a su hermano a la hacienda para ser atendido.Mateo está gravemente herido, es Zaira y Diana quien logran sacar la bala, mientras sostienen la herida del hermano de Antonio.Luciana está temblando, no quiere ser la culpable de la muerte de Mateo, abraza a Antonio mientras llora, es imposible dejar de sentir algo por el, tiene una lluvia de confusión en su cabeza.— Ya sé de tú relación cercana con el— Antonio la toma de los brazos.—¿ El... el te lo dijo?— Luciana siente que su garganta tiembla, abre los ojos, cree que Mateo le conto a Antonio sobre lo que sucedió y que el es el lobo que lo obsesiona.— Si, ya se que son amigos desde niños y entiendo tu angustia, Mateo es mi hermano ahora son familia y el se recuperará, pero necesito que le permitas quedarse — Antonio quiere que Luciana le dé esa autorización, sabe que el puede tomar decisiones por encima de ella, pero el cuidado de Mateo es una gran res
CAPITULO 20Ernesto tuvo que huir de aquel lugar donde se había refugiado, sabía que Antonio le cobraría caro llevarse a su esposa, por lo que lo mejor para él era esconderse, era consciente que había cometido un delito contra el Alfa de una manada, y que le esperaba la muerte de ser atrapado por los soldados de Luna Esmeralda.Pero esto no significaba que se iba a rendir, el lobo estaba seguro de lo que haria, ya no deseaba más tierras, deseaba algo de más valor, que lo haría sentir poderoso y respetado, la esposa de su enemigo.Pasan los días...Lucíana se ha encargado con Zaira del cuidado de Mateo, este no ha dejado de insistir un solo segundo en el amor que siente por ella, Luciana ha intentado mantener la lejania, no quiere traicionar a su esposo pero su corazón se siente dividido en una confusión dónde su único refugio es escapar.Su relación con Antonio está bien, el le ha dado el lugar de esposa que merece, sus juegos se han pausado, pero más por ella, pues el nivel de estrés
CAPITULO 21Luciana se siente extraña, un nerviosismo recorre su piel, Mateo se acerca y besa su cuello.— No Mateo, no está bien — le suplica ella mientras coloca sus manos en el pecho de Mateo para poner un punto de distancia.—¿por qué no está bien? Nos amamos y si por un momento te sacas de la cabeza la idea de ser fiel a tu esposo, te darás cuenta que esto es lo que deseas, solo sientelo Mateo la besa, quiere que sus cuerpos se unan.Luciana corresponde al beso, se cuelga del cuello de Mateo, mientras el baja por su garganta hasta su pecho.— Antonio... — Susurra ella al cerrar los ojos.Mateo la toma de las mejillas— No te preocupes por el, en este momento solo estamos los dos, mi princesa — El sonrie mientras intenta levantar de la cintura a Luciana, pues su masculinidad está dura y solo es por ella.Luciana abre los ojos, no pronunció el nombre de Antonio por miedo o insinuando que el puede verlos, lo hizo por deseo, ella quiere que Antonio la tome y no Mateo.— No puedo... y
Capitulo 22Diana toma un poco de aire, ha estado a pocos minutos de acabar con la vida de Luciana.—¿Que te hizo cambiar de opinión? Me imagino que te has dado cuenta que están cada vez más unidos — Diana finge una conversación mientras esconde el frasco que había dejado encima de la mesa con una sonrisa rígida.— Yo sé que ella me ama, pero está confundida, conozco a Luciana como la palma de mi mano, se que ella no me olvidaria pero siente lealtad por su esposo, agradecimiento, es todo.Mateo no es capaz de entender que ella lo olvido, que para la cabeza de Luciana el solo hace parte de un recuerdo, ella aclaro sus sentimientos pero quizás como un pequeño lobo entrenado para que se le cumplan todos sus deseos, es una verdad que no quiere aceptar.Mientras tanto, Luciana y Antonio disfrutan de su amor, parece que las largas horas son más que suficientes para que los dos disfruten de las mieles de ese sentimiento.— Dilo de nuevo — Pregunta Antonio mientras le da un beso en la boca y
CAPITULO 23Luciana sube a la habitación, decide tomar un baño en la tina, no le gustó para nada lo que sucedió con Diana, pero siente que de no ser así y si el no la hubiese puesto en su lugar, seguiría pasando por encima de ella.Antonio decide acompañar a su esposa en la tina, el llena de besos su espalda mientras masajea la parte delantera y prominente dl cuerpo de su esposa, ella gira para darle un beso en los labios.— Estoy preocupada, siento que Diana no es de confianza, no me siento segura con ella — Lucíana sentía que su instinto lobil le suplicaba a gritos que se alejara de ella.— Ella es muy importante para mí madre, la quiere como una hija y yo la quiero como una hermana, a pesar que a sentido cosas por mi de las que soy conciente — Antonio besa las manos de Lucíana.Le cuenta que la madre de Diana murió cuando ella era una niña, Gina, la madre de Diana, había Sido desterrada de su manada al perder su virtud pues ella se casaría con el Alfa, una historia similar a la de
CAPITULO 24Francisco se casó por conveniencia, no amaba a la madre de Luciana, pero veía en ella la posibilidad de limpiar su nombre ya muy manchado de escándalos y demás.Había Sido aventurero y rebelde en su juventud, seguro que la fortuna de la familia Bianchi le respaldaría, pero cuando tuvo que asumir la responsabilidad dejada por su padre, no pudo con la presión.Perdio todo en juegos y malos negocios, tenía que hacer algo antes que su apellido quedará manchado ante la desgracia.Tuvo muchas aventuras pero un único amor, Gina, la tomó como su loba, pero nunca se casaría con ella, así que desapareció dejándola sola con un embarazo para casarse con alguien que no amaba por dinero.Quizás ese siempre fue su verdadero amor, el dinero, el mismo que corrompe y que para el fue una tabla de salvación.Diana es idéntica a su madre, al verla entrar llegó a creer que era un fantasma del pasado, enterarse de su muerte fue un golpe doloroso pero ver a su hija lo es aún más, ella es la única