CAPITULO 71

Luciana se desmaya, su padre la carga en brazos y Mateo ordena que el mejor médico de la manada llegue para revisarla.

El anciano abuelo de Víctoria, observa todo con horror, es imposible no sentir una culpa que le llega al cuello, sabe que el ocasionó este dolor en ella y en Antonio.

Siente rabia consigo mismo, al principio cuando acepto este trato, lo hizo por ella, por su nieta, para que ella sintiera su apoyo pero al ver la maldad con la que Francisco se aferró a la idea de destruir al Alfa e inevitablemente llevarse a su hija entre los pies, le hace ver que no fue el mejor camino.

— Debes guardar reposo, no puedes hacer ningún tipo de trabajo fuerte, por lo menos hasta que nazca el bebé.

Aquellas palabras significaban el fin para Luciana, ella era quien trabajaba por el bienestar de su suegra, de su hijo y sobrina.

Tenia que seguir en el campo, cultivando y logrando ganar dinero o la idea de ver a Antonio se esfumaria.

Mateo llama a Francisco y le da una bolsa llena d