Me congele a escuchar sus palabras, el al darse cuenta cerro sus ojos conteniendo su respiración que se habia vuelto inrregular. ─ ¿Que has dicho? ─pregunte. El se quedo en silenció evadiendome la pregunta por completo. ─ Debemos irnos. ─cambio el tema rapidamente─. Tengo asustos que atender, te llevare de regreso a tu casa. Sube. Sin poder tener mi respuesta lo único que pude hacer fue conformarme con el estúpido y tonto sentimiento que me habian generado sus palabras. Me subí al carro tal como el me lo habia pedido, dudosa de saber si hacia o no lo correcto. ─ ¿Tu madre sabe que has venido aqui? Asentí. ─ Bien. Y esas cortas y frias palabras fueron toda nuestra conversación desde la salida del cine. Aún que tratara de entablar una conversación no podia hacerlo por que sutilmente el rechazaba cada intento. Rendida solo me quede en silenció esperando llegar a mi casa. William al llegar lo único que hizo fue permanecer en el carro indicandome con un gesto de manos que podía sa
William desapareció de la sala dejandome sola con mi madre, los medicos aún no nos decian nada al respecto de la salud de mi padre, tanta era la tardanza que mi madre estaba a punto de romper las puertas a golpes y entrar sin permiso. ─ Ya ha pasado demasiado tiempo. ─volvió a quejarse─. No pueden tardar demasiado tiempo. ─ Madre .. Es una cirugía, puede tardar bastante tiempo. Solo esperemos, dejemos que los medicos trabajen tranquilamente. ─ ¿Y que hay de nosotras? ─preguntó molesta─. Aquí estamos sin saber absolutamente nada de tu padre. En ese momento la silueta de william volvió a aparecer frente a nosotras con unas tazas de café. ─ Creí que querrian tomar un poco de café, al menos para que puedan calmar los nervios. Una sonrisa por pequeños segundos apareció en mi rostro: ─ Gracias. ─murmure. Tomando la taza. Mi madre repitió su acción sentandose para beberlo con tranquilidad. ─ Ademas, ya me he ocupado de los gastos de tu padre. ─me miro─. Pague la mejor hoapitabilidad
Sali como cobarde del hospital, ya los habia visto besarse pero ests vez era diferente. Demasiado diferente. Un dolor fuerte creció en mi pecho, dolia demasiado que era tan dificil de controlar. Frene frente a mi carro tratando de calmar mi respiración antes de adentrarme en el. ─ ¡Joder! .. ─reproché. Rodee mi carro adentrandome en el. Me quede en silenció mirando a las personas que entraban y salian del hospital. Sus miradas de desespero e incertidumbre esa duda y miedo en sus ojos. Al final de todo siempre teniamos esa mirada de miedo, de terror al no conocer absolutamente nada de nuestro futuro. Tome con fuerza el volante conduciendo hasta mi casa la cual quedaba lejos por lo que me vi obligado a conducir por un buen rato hasta que logre llegar. Una vez dentro de mi casa me quede estatico en la sala de estar sin saber que hacer, la forma en la que ella le sonreía me carcomia cada pensamiento que se cruzaba por mi mente. ─ Scott. ─me hable a mi mismo. Busque mi movil rapidamen
─ Tú. Sono tan firme que me temí creerle. Sus ojos brillaban, su mirada no se apartaba de la mía. Me acerque hacia el tragando seco ante los nervios, lleve mi mano hacia su mejilla dandole una leve caricia. ─ No me ames. ─suplique─. No puedes. ─ Dime el por que no deberia amarte. ─ Tú mereces una mujer mejor a tu lado, eres tan dulce. Tan amable, tan lleno de virtudes que temo que mi dolor te amarre a mi. El sonrió de costado levemente: ─ Soy la persona que quiere sanar ese dolor, patearle el trasero y botarlo lejos, ¿Puedes dejarme?El suavemente tomo mi rostro entre sus manos acariciandome de forma delicada, cerre mis ojos ante su tacto. Mi cuerpo se estremeció como la primera vez que nuestros labios se unieron, como aquella primera vez en la que ambos nos entregamos el uno con el otro. ─ Dejame ser parte de tu vida .. ─susurro─. Kay, entregate a mi. Es un amor tan forzado pero entregate a el y veras que puedo ser un buen hombre para ti. Abri mis ojos mirandolo fijamente, amb
Me dedique a observarlo mientras cocinaba algo solo con unos pantalones dejandome a clara vista todo su torso desnudo. El me hizo una mueca al darse cuenta de mi mirada sobre el. ─ ¿Por que me miras tanto? ─reprochó─. me haces sentir incomodó. ─ Oh claro. ─me levante del sofa acercandome hasta el─. ¿Que cocinas? ─lo abrace por detras. ─ Pastas. ¿Te gustan? ─ Si las cocinas tu, de seguro que me gustaran. ─ Dime la verdad. ─ Me gustan ─admití─. ponle mucha salsa para mi ¿De acuerdo? Asintió. Me aleje volviendo al sofa dejando que el tenga su espacio para poder cocinar se forma tranquila. Me acomode en el sofa encendiendo el televisor sin darle mucha importancia a lo que se estaba transmitiendo ya que tome mi movil comenzando a navegar por internet sin saber que buscaba exactamente. Pero cuando iba a dejarle a un lado el nombre de Esteban comenzo a brillar en la pantalla, me estaba marcando. ─ Tu puedes. ─me anime a mi misma. Reuní todo el coraje que pude y respondí su llamada.
Los dias habian sido demasiado dificiles. Al siguiente día de su muerte, luego de su entierro no pude dejar de ir al cementerio por horas. Seguía sin entender como todo había sucedido tan de pronto que fue imposible evitarlo. Ahora mismo me encontraba fuera de la empresa de mi padre, Todos aún se encontraban conmovidos por esta repentina perdida. Desde que tengo memoria nadie en esta empresa queria que una mujer la llevara a delante, no me pregunten los motivos. Simplemente no lo se. William se encontraba a mi lado, el tomó mi mano dejando un pequeño beso sobre ella. ─ Todo estara bien. ─me animo─. Estare a tu lado. Asentí. El bajo primero del carro llamando la atención de todas las personas que se encontraban en el lugar. Me abrió la puerta tendiendome su mano ayudandome a salir, las miradas rapidamente cayeron sobre mi de forma instantanea obligandome a tomar con fuerza su mano. ─ Mirame .. ─levanto mi menton─. Ahora eres la dueña de esto, no dejes que te intimiden. Asenti si
Los últimos examenes estaban volviendo al instituto completamente un manicomio. Aun que la mayoria no se preocupara por acabar con un promedio perfecto, solo por ser tan famosos para que los demas votaran y se conviertan en los alumnos destacados solo por una fachada. Tan hipocrita. Camine entre los pasillos tratando de encontrarme con Tessa quien se había comportado de forma tan distante desde que oficialice mi noviazgo con William. Al contrario, se acercó aún mas a Esteban. Logre visualizar su silueta en su casillero, ella se encontraba guardando unos libros en el. ─ ¡hey! .. ─le llamé. Dedicandole una sonrisa─. ¿Nerviosa por los examenes? ─ No. ─respondió friamente. Cerro fuertemente su casillero volteando a verme. ─ ¿Tú? Negué: ─ He estado estudiando con William en estos dias, el realmente me ha enseñado mucho. ─ Bien, hasta luego. Dispuesta a irse volteó su cuerpo pero la detuve. ─ ¿Que es lo que sucede? ─pregunté. Comenzando a molestarme─. Has estado ignorandome por di
Luego de un intenso examen logré obtener una de las puntuaciones más altas. Ahora, solo bastaba un examen mas, solo uno mas para poder al fin de tanto misterio y vueltas casarme con William. Sus padres llegarian mañana por la mañana para ayudarme a acabar con todos los retoques que se tienen que tener para planear una boda. ─ ¡Eh! ─Esteban frenó mis pasos─. Dime, ¿Que opinas de salir a festejar que aprobamos? Negue rapidamente: ─ Lo siento, pero tengo algunas cosas que ocuparme de mi boda. El asintio un tanto incomodó ante mi respuesta. ─ Entiendo. ─sonrio─. ¿Entonces sera otró dia? Guarde silenció. ─ Como amigos. ¿No habiamos quedado en que seriamos amigos? Asentí. Ambos entre risas caminamos hacia la salida del instituto, como era costumbre todas las personas permanecian allí sin hacer absolutamente nada, solo charlar de cosas que tenían nada de sentido. Entre todas las personas logré ver la silueta de William recostado en su carro, este traia unos pantalones negros acompañan