Han pasado varios días desde que verónica acepto ser novia de José Luis, después de lo sucedido con Zuleima, las aguas se calmaron un poco la tormenta se disipaba y la balanza volvía a ser estable ¿Cuánto podría durar tanta tranquilidad?
Después de un mes Zuleima ya estaba completamente recuperada en casa cuando recibió una visita no muy grata, Yamir se presentó en casa de Zuleima con Franco.
—Zuleimita, Zuleimita, como te vez de bien; ni parece que hubieras estado en el hospital al borde de la muerte.
Zuleima un poco intranquila preguntó:
— ¿Qué quieres Yamir?—no eres bienvenido en mi casa, Así que vete.
—Pero que poca hospitalidad—dijo Yamir sonriendo—no vine aquí para comadrear Zuleima, sabes…tu invento ese de ser novia de José Luis no sirvió para un c
Rosa escuchó todo lo que José Luis le dijo a verónica así que tenía que encontrar la forma de hacérselo saber a Yamir para que tomara cartas en el asunto. Ya estaba avanzada la noche y Rosa aprovecho que verónica dormía para llamar a Yamir.—Yamir… soy yo Rosa, perdón si te llamo a esta hora— ¿te desperté?—dijo Rosa en voz baja.—No, como crees Rosita, trabajo hasta tarde aún estoy en el bar— ¿sucede algo?—Mamá ya lo sabe, se lo conté todo.— ¡que…! Wao enserio—sí que eres rápida muy eficiente—eso me gusta, entonces ¿Qué paso?—Mamá está molesta con Verónica, eso es un buen comienzo pero…— ¡pero que! Habla no te quedes callada niña—dijo Yamir impaciente.&md
Verónica se marchó al aniversario con José Luis, mientras que su madre quedó muy disgustada.—Se fue con ese hombre, sin impórtale pasar por encima de mí—mientras paseaba de un lado a otro por la sala se notaba muy agitada.—Ves yo te lo dije, ella es una terca, ni siquiera le importó lo que ese hombre te hizo pasar—dijo Rosa.—Es cierto, ese hombre ha hecho cambiar a mi verónica—dijo con la voz entrecortada—ya no me hace caso—debiste habérmelo dicho antes—decía mientras tomaba a Rosa por los brazos.Sus palabras entrecortadas y su respiración agitada hicieron que Candelaria se desmayara. Rosa desesperada llamaba a su madre pero ella no respondía, llorando por los pacillos, bajo por las escaleras hasta la portería y llamó a doña Chayo diciendo:—Algo le pasó a mi mamá, se
Verónica guardaba la esperanza de que el caos por fin se terminaría, estaba tan contenta que según ella nada podría arruinarlo, creía firmemente en la recuperación de su madre y en que José Luis la convencería de aceptar la unión entre los dos.José Luis se fue al cabo rato del hospital, así que verónica volvió a la sala, Yamir ya se encontraba allí.—Te estuve buscando— ¿Dónde estabas?—Salí a tomar aire fresco y a despejar mi mente un poco.—Si…quien lo iba adivinar—quien se iba a imaginar que algo así pasaría—toma, te traje esto; no es bueno que estés sin comer nada.—está bien, gracias—Yamir creo que deberías irte a descansar, ya estoy aquí—además tú tienes tus propios asuntos.—es cierto. Pero no la
Una tormenta de tragedias ha comenzado tras la muerte de Candelaria, el caos de la balanza se inclina ahora a favor del sufrimiento y el dolor que no termina hasta que el destino revele su final.Yamir llamó a su tía Carmen para decir le la trágica noticia, su comadre de toda la vida ya no la visitaría más, no probaría su agua de horchata ni sus roscones recién horneados ni la regañaría por su mal habito de fumar. A Carmen le dio muy duro la muerte de su amiga a la que tanto apreciaba.Ella le contó a Yamir por teléfono que Candelaria una vez le había dicho que si ella llegaba a fallecer que la enterraran junto a su esposo, su querido juan en el cementerio de Puebla. Verónica sabía que su madre siempre había querido estar junto a su padre aun después de la muerte, así que le pidió el favor a Yamir de encargarse de llevar los restos de su madre a
Después del novenario, verónica pasaría su última noche en puebla. Sola en la habitación que era de su madre, creía no tenía lagrimas para derramar. Deseaba tener a su amado a su lado para dar un poco de alivio a su dolor.En ese momento recordó la carta que le habían entregado de parte de José Luis, verónica tomó su bolso y busco su teléfono el cual tenía días de estar apagado pues con tantas cosas y agobios no se había dado cuenta, lo conecto a su cargador y lo encendió dejándolo en una mesita de noche junto a la cama. Quería llamar a José Luis pero primero quiso esperar a que su celular cargara un poco.Siguió buscando entre sus cosas en el bolso y halló la carta, un sobre blanco ya arrugado, lo abrió y empezó a leer la carta.CARTA.AMOR MIO:&nb
En un abrir y cerrar de ojos paso un mes lleno de tristeza y que otra lagrima, Verónica y Rosa aun levaban presente el luto de su madre. Rosa ase distancio mucho de su hermana, las cosas ya no eran como antes; últimamente discutían por todo y por nada. Verónica estaba muy agobiada por la rebeldía de su hermana cada vez era más difícil controlarla, salía y hacia cosas sin permiso, tenía unas amistades muy poco convenientes y en ocasiones llegaba tarde a casa.Para colmo de males la comunicación con José Luis cada vez era poco frecuente, ya él no contestaba casi sus llamadas y demoraba mucho para contestar sus correos y los mensajes por el celular.Un sábado como cualquier otro, Verónica se preparaba para su show de fin de semana en la cariñosa, estaba un poco atrasada pues aun no escogía canción, sus amigas Minerva y Celeste llegaron a su ca
La vida da muchas vueltas inesperadas una para bien otras para mal ¿Cuántas vueltas puedes aguantar?HOUSTON—El domingo habrá una fiesta en casa de unos amigos, te vendría bien ir van todas las facultades—dijo Eva entusiasmada.—La verdad es que no estoy de humor para fiestas Eva, mejor otro día—dijo José Luis.—no veo porque no puedes ir, de eso se trata, quitarte esa mal humor que tienes y pasar un buen rato ¡Anímate! Hazle caso a mi hija—dijo Harry—bueno, está bien iremos, pero solo un rato.Mientras tanto Harry había entrado a su biblioteca cuando recibió la llamada de Luis Alberto.— ¡qué tal Harry! Tenía pensado llamarte hace mucho pero he estado un poco ocupado ¿Cómo va todo con José Luis?—últimamente lo he notado muy serio y poc
En casa de los Rivero soler, Luis Alberto esperaba la llamada del el zorro con noticias buenas para él. A las 10:00pm el tono del celular lo alertó, era el zorro.—Ya está hecho, no volverá a causarte más problemas—dijo el zorro mientras fumaba su puro.— ¿Qué hiciste?— ¿de verdad ya puedo decir que me libere de esa pesadilla?—por supuesto, pero te cuidado que a veces hasta los muertos regresan—dijo el zorro en tono de burla.Luis Alberto colgó el teléfono y se dio por bien servido, adiós a los problemas. Ahora tendría que sacar una historia creíble para contarle a José Luis cuando este preguntara. Pero Luis Alberto decidió que no tenía por qué decirle nada, después de todo él no tenía “nada que saber”Al día siguiente despert&o