Siempre he tenido una gran fobia a los hospitales, la verdad es que esto ha sido de lo peor, no encuentro la manera como describir el sentimiento que me ofrecen dichos lugares, pero desde su olor, su gente y todo lo que pudo encontrar en su entorno, es como la muestra magnánima de que en cualquier momento todo acabara, no lo sé, tal vez sea algo de mi vida pasada o tal vez sea solo que soy complicada, pero odio los hospitales, tanto así que ahora solo estoy sentada en un rincón de la sala de espera, mientras mis padres fueron hacia la habitación del abuelo de Eliot, es una completa dicha, que según mi madre me contó, aquella que justo ahora es mi secuaz es todo esto de, ignoremos mis sentimientos hasta que estén claros, me dijo que Eliot se encontraba en Italia y que vendría en un par de días, según le contó él en medio de una llamada, le había informado el mismo, ya que también la llamaba con el afán de saber de mí, puesto que lo he estado evitando incluso con mi teléfono prendido.N
--Ness ¿Ness estás bien? Mírame, mi amor, mírame, carajo, estás temblando, mírame Ness, carajo, haz algo… --¡Ya cállate! Claro que estoy temblando, estoy nerviosa, un loco casi me mata con toda la intensión… ¿Cómo no voy a estar temblando tonto? —hable en medio de un grito, en lo que el guardia seguridad corrió hacia nosotros y se mostraba muy preocupado y ayudo a Eliot a levantar mientras este sin más tomo mi mano y me atrajo hacia él con un rostro lleno de preocupación, pero como había reaccionado de manera un poco brusca seguramente no sabía si preguntarme de nuevo si me encontraba bien. --Ness… --Estoy bien Eliot, o por lo menos lo intento, ¿viste que estuvo a punto de asesinarme? O peor…--Eliot se mostró como quien no comprendía que era peor que estar muerta, incluso el guardia que estaba nuestro lado y no dejaba de hablar por su radio, al parecer preguntando si alguien sabía qué ocurría, pero parecía que nadie tenía la menor idea, por lo que opté por solo dejar de lado el quer
--Hey… mírame, mi pequeña rojita… déjame verte, déjame verte—carajo, qué vergüenza, ¿Cuándo hice esto sin pensar? No sabía qué hacer o decirle, solo me había calmado en sus brazos, mientras sentía como todas las miradas estaban sobre nosotros, que vergüenza, maldita sea tierra, trágame y escúpeme en el medio oriente, por favor, por favor…--Ness, necesito verte, estas heridas, necesito verte por favor, solo déjame verte, no sabía que eras tú, por favor déjame verte…Él hizo un poco de fuerza para poder hacer que yo me soltara un poco, la verdad es que estaba aferrada a su cuerpo como un koala, lo había visto desnudo en su casa y definitivamente se veía muy bien, pero ahora abrazarlo, tenerlo tan cerca, eso era terrible, tanto así que al quedarnos cara a cara, podía notar como su expresión llena de dolor cambiaba a una enojada, para luego a una preocupada y otra llena de un pensamiento que no entendía, Ancok Muliet, aquel que para mí era la primera vez viéndolo, pero a la vez era la bil
Hijo de puta, lo que diera por disparate, por matarte ahora mismo, compórtate Ancok, tu abuela te enseño algo mejor, te enseño que las palabras duelen más que un disparo, que un golpe, solo sé inteligente, solo sé jodidamente más inteligente que este bastardo, solo demuéstrale que no lo permitirías, quisiera hacerlo, pero de verdad quiero golpearlo, quiero hacer tantas cosas, pero no lo haré, solo se quedara en mis pensamientos y me comportaré como el jodido caballero que se supone que soy, pues seguramente si llego a hacerle daño Ness sé enterará, y ahora no estoy en aquella posición privilegiada de la que gozaba hace unas semanas, ahora no tengo aquel cariño y amor incondicional que me daba alisa, aunque el comportamiento de Ness hace un momento me hizo creer por un momento que ella era alisa, lo supe desde el primer instante.En aquel en donde ella al separarse de mí, no me dio aquella mirada llena de diversión o llena de cariño, ella solo me observo como si fuese no más que un des
Me desperté con un pequeño quejido de la cama, en donde cada parte de mi cuerpo dolía y sentía como si me hubiese atropellado un camión, bueno técnicamente un auto intento atropellarme, creo que eso vale. Además, que algunas heridas me molestaban demasiado, tanto así que al levantarme de la cama sentí el verdadero dolor, pero entonces al observar a ella allí, con su rostro lleno de lágrimas y un gesto lleno de tristeza, me asusto demasiado, tanto así que me hizo dar un respingo y por poco me da un infarto al ver esa mujer allí con su traje de sirvienta y su gesto lleno de agonía, carajo, no debería hacer algo como eso, o tal siquiera hubiese hablado no estaría tan asustada, me dio el susto de mi vida.--Señorita… señorita… Nessa...--Skype de verdad que es muy entraña, ahora la verdad no entiendo por qué llora, pero solo fui hacia ella y le di algunos golpecitos en la espalda y hable un poco extrañada, pues la verdad no comprendía a que venía todo esto, sin contar que soy la peor perso
—Ya se le pasará Eliot, no tienes que preocuparte, Ness siempre ha sido de esas que toman la contraria a los cambios, pero luego solo sigue el ritmo así… pero… ¿Qué carajos? Blair…— observé a la madre de Ness quien había lanzado un par de zapatos a Errol, el padre de Nessa mientras su mirada estaba furibunda y se parecía tanto a la de su hija, en lo que supe que ahora lo que se nos venía no sería nada bueno.—He intentado ser amable, considerada e incluso una buena persona, pero cuando no se puede, no se puede, cuando debo ser una maldita perra con una lengua demasiado venenosa y directa, debo serlo, ¿Qué más se puede hacer? Mi hija no es como es, de la nada y parece que debo recordártelo Errol, que su jodida personalidad es en parte gracias a la mía, aquella que reprimo todo el tiempo, pero ahora hablaré sin más, porque ¿Qué carajos es lo que están haciendo todos dos? ¿A qué juegan con ese comportamiento tan estúpido? ¿Se dan cuenta de que vamos a perder a Nessa?--Cariño, Nessa solo
No podía créelo, de verdad que no podía, estaba tan enojada, tan llena de frustración y enojo, que solo camine por aquel parque al que había llegado de la nada y al ver a la mujer sentada en la enorme banca camine hacia ella con un gesto lleno de furia y solo me desplome a su lado mientras daba un gran suspiro y cruzaba mis brazos, en lo que esta me observo de soslayo y sonrió como si nada, la verdad es que jamás había hecho algo parecido, jamás había actuado ante un desconocido de tal manera, pero ella no era desconocida, yo la conocía perfectamente, yo sabía quién era esta.Su nombre era Senga, no me pregunte como lo sé, solo sé, ella es Senga, la mujer que de mi diario, mi amiga, aquella que daba las más locas ideas, que por alguna razón yo podía hacer sin problemas, aquella mujer con la me sentía tan gusto que ahora mismo estaba tan tranquila, que incluso no me importaba mostrarme como era, por lo que di un bullicioso suspiro y observe como ella seguía sin decirme nada, es más par
—He… llegaste, estábamos por entrar sin ti, la verdad es que temíamos que se escapara…—observe al hombre vestido con chaleco antibalas y solo asentí, en lo que coloque el mío y di un largo suspiro mientras preparaba mi arma, pues jamás me han gustado estos momentos al ser policía, pero es lo que se debe hacer, más si ella se encuentra en el lugar—¿Dónde estabas? Tienes un rostro lleno de amargura Mulliet, de verdad que incluso no se sabe cómo hablarte últimamente—observé ahora al hombre con un gesto lleno de fastidio y no pude evitar ser el más grosero que podía ser.—Pues si no te agrada, vete al carajo y ya…—este levanto sus manos en son de paz y solo se marchó lejos, en lo que yo di un largo suspiro e intente tranquilizarme, debo hacerlo, esto puede ser peligroso.Según el informe ella no está sola, no sé qué hace allí, pero algo me dice que no es nada bueno, además del hecho que no me encuentro en mis cinco sentidos, no hago más que pensar en ella, aquel aquella que al verla, sol