El cielo se veía maravillosa desde este pequeño balcón, la verdad no esperaba nada menos, la abuela suele encargarse de que estos lugares se muestren como una gratificante experiencia para los enfermos vip, todo con la intensión de que si estás lo suficientemente vivo o curado para verlo, digas que la imagen era hermosa, que valió la pena siquiera al ser un hombre tan trabajador al estar aquí, mientras que si eres un acompañante de un moribundo, cuando vegas aquí sepas que aunque tu familiar, amigo o lo que sea no sobrevivirá tú al menos tienes un día más, por lo menos eso dijo cuándo reformaron esta área del hospital, la verdad me aprecio una buena idea, quien diría que yo usaría una de esas áreas, la verdad es que no lo imagine, pero eme aquí, en uno de los hospitales de la familia, mientras observo el atardecer, digno de admiración.

Di un largo suspiro y me concentre en el sol, los colores y la viva imagen que mostraba el universo, entre lo celestial y magnífico, un día cuando vaya