Miro en el espejo mi reflejo. Luzco un vestido de tirantes, ajustando a mi cuerpo y que hace destacar mis pechos. Tengo senos muy grandes, mas de los que quisiera tener. Es una parte de mi anotomía que no me gusta para nada, porque me hace ver muy voluptuosa. Por eso busco un abrigo, es de noche, hace frio en esta temporada, y aunque no lamentamos eso porque podemos soportar altas temperaturas, no quiero que note mis senos. Lista salgo de la casa, encontrándome con Giordiña que me mira mal. —Con esa forma de vestir le harás pasar vergüenza a mi hermano—me dice cuando llego al final de las escaleras—no te has visto en un espejo, con ese cabello suelto pareces un espantapájaros. No quiero que sus palabras me afecten, pero es difícil porque en este mundo lleno de oscuridad al cual pertenezco lo único que puedo es hundirme en mi propia miseria. —Hija, deja a Nina tranquila—aparece el señor Gastón—y no te preocupes, estas muy linda chica. —Gracias—le sonrió y la hija rueda los ojos.
Me atraganto con mi propia saliva porque me siento contra la espada y la pared. —No se de que estas hablando Greco—le hablo despacio. —Hablemos claro Nina, porque luces inocente, tímida y vulnerable, pero se muy bien que no eres le haces creer al todo. —Estas equivocado Greco—intento explicarle, pero su mirada me cohíbe demasiado. —Podrás engañar a todos, menos a mí—dice y sus palabras me lastiman—no me creo tu carita de niña buena. —Entonces para que quieraes casarte conmigo—le digo cansada de todo—déjame a un lado y ya, como lo hace todo el mundo. —Soy un hombre de palabra. —Y yo no soy una mentirosa—le digo—no se que pretendes, pero no tengo nada en contra tuya, solo estoy aquí, frente a ti, aguantándome tus insultos solo por cumplir con un acuerdo. Le digo con ganas de llorar. Pero contengo todo lo que quiere emerger, El dolor que siento en este momento no se lo deseo a nadie. Duele hasta respirar. Lo quiero, desde ya, asi como es, pero yo para el no soy suficiente. —No
—Rompieron toda mi ropa—le digo limpiándome las lágrimas—no se que hacer, no tengo nada que ponerme y mucho menos se quien lo hizo.—Voy a decirte algo, pero no le digas a nadie—asiento—ayer, cuanto de fuiste, Alyona y Giodiña estaban juntas y sinceramente creo que son las únicas que pueden hacerte ese tipo de cosas. —No me quieren—me limpio las lágrimas con el dorso de la mano. —Eso no importa, desde que el alfa lo haga, todo está bien. —El tampoco me—la miro por un momento recordando las palabras del alfa ayer—ayúdame con ropa, no sé qué hacer. —Bien espérame aquí. No demora en traerme un vestido sencillo de flores y vuelve a perderse, tengo hambre, pero estoy acostumbrada a soportar hambre por eso me quedo en la habitación así crean que soy una grosera y mal educada. —Que pasa contigo—la voz de Greco me estremece—no te enseñaron modales. Que severo es siempre, pensé que al menos en las horas de la mañana su mala actitud no estaba en nivel Dios. —Greco lo siento mucho. —Dej
GRECO Entro a mi oficina, mi amigo Paul me espera con información y muevo mi cuello exasperado. Nina me tiene así, exasperado. —Sabes algo de los movimientos de la otra manada—entro queriendo sacarme de la cabeza lo que sucede con ella. Mi lobo, se me hace imposible ya controlarlo, esta desesperado por sentir el calor de su mate. No la quiero, como mi pareja destinada y mucho menos como mi luna. Ya había escogido una pareja para ser mi luna, pensaba que en un futuro lejano encontraría mi mate, pero ya no se, mi lobo no quiere a Alyona, nunca tuvimos problemas, pero ahora no la soporta y más con lo sucedido. —Te vez de mal humor—dice mi amigo al verme. —Un poco, mejor dime que esta pasando con la manada cercana. No me fio de esos desgraciados. De la manada sol naciente. Siempre han querido derrotarnos, no olvido que la manada de Nina y ellos tuvieron una pequeña alianza para derrotarnos y tener nuestro territorio. —Han tenido mucho movimientos, el padre Nikolay de Nina, tu fu
NINA—No te metas en esto Gamal—exclama Alyona.—Me meto donde quiera, porque esta es mi casa—le dice el—así que no te tomes atribuciones que no te corresponden porque aquí no eres mas que la puta de mi hermano. —Respétame que ser su luna—dice ella levantando el mentón —Eso esta por verse, mi hermano está contigo porque eres carne fácil, así que lárgate de esta habitación y no te atrevas a molestar más a Nina. Esta recostado contra el umbral de la puerta, hablando calmado, pero sus palabras son fuertes. —Eres insoportable Gamal—le dice la hermana. —Y tu una tonta. Alyona cuando pasa por el lado de Gamal, lo choca con el hombro en un gesto que hace que el chico tuerza los ojos. Paso saliva con lo que se me atora debido a sus continuos ataques. —Si continuas así, te van hacer la vida imposible—me dice Gamal—tienes que ser mas agresiva, hacerte respetar, porque esas dos, cuando quieren son muy pesadas. —No le he hecho nada a ninguna para que tengan esa actitud conmigo, —Eres he
No se que me pasa, no se que tengo, pero apenas me voltea, yo lo hago con la mano arriba, dándole una bofetada con la palma de mi mano abierta.El bofetón suena, y con eso retrocedo asusta.¿Qué acabo de hacer?Me llevo ambas manos cubriendo mi boca, arrepintiéndome de inmediato.Los ojos se le ponen rojos y definitivamente.Me va a matar.—No vuelvas en tu vida—me duele el pecho con su forma de ser, con lo que acabo de ver y nunca me senti tan mal en mi vida—hacer eso de nuevo Nina. El tono que emplea me asusta —Lo lamento y no tienes que darme explicaciones—me abrazo a mi misma—se lo que pasa entre los dos y se que la convertirás en tu luna. Se me salen las lágrimas, tengo tanto miedo y tristeza que ya nada me importa. —¿Como sabes eso? —pregunta y simplemente trato de ir al balcón, pero no me lo permite. Me toma del brazo, quiero alearme de él, me hace daño, yo tengo que hacerle daño y ya no soporto mas esta situación. —Nina—lo miro a los ojos, son tan azules y tan hermosos q
—Nina—es el señor Gaston—como te sientes. —Bien—le pongo mi mejor cara—este jardín es hermoso. —Es mío—me sorprende—era de mi madre, quien me lo heredo y lo he cuidado desde entonces. —Muy buen trabajo señor Gastón. —Como el magnifico trabajo que harás tu cuando te cases con mi hijo—bajo la cabeza mirando al piso, porque no sabe de lo que habla—se que es difícil para ti, pero el destino de ambas manadas esta en tus manos. —Nuestras vidas seran un infierno, porque a Greco no le agrado por ser inferior a el y lo cierto es que se merece una esposa que este a su altura, no yo que… —Tu eres una chica hermosa—me toma de las manos—no te sientas menos solo por tu especie. —Pero el odia a los omegas. —Ha tenido malas experiencias, lastimosamente las personas que lo han traicionado han sido omegas—me dice el papa—es por eso que ya no confía en nadie, y tu aunque no lo creo, eres la hija de uno de nuestros peores enemigos. No sabe lo que dice porque con este contrato de matrimonio traje
NINA—una vez que muera, pensaran que fuiste tu, eres la enemiga, pero tu hijo, será tu boleto de salida.Que frio.—Por eso debes actuar que te gusta, que eres feliz con él, sonreír para que de todas maneras no desconfíen de ti.Volvemos a la casa, quiero llorar, pero contengo mis lagrimas y no dejo que la tristeza no me embargue.—Ya es hora—me lleva con el y me pongo mas nerviosa—¿donde estabas?—Con mis padres—le respondo y me susurra al oido.—Estaban planeando mi muerte—mi cuerpo se pone rigido con sus palabras y se me forma un nudo en la garganta.—No digas esas cosas—logro decir.—Estoy jugando nada mas.asiento pasando por en medio de los asistentes.—Gracias por estar aquí—estamos en una pequeña tarima donde quedamos en lo alto para que los asistentes nos vean.Mis padres estan en primera fila. Me ponen nerviosa, Gamal tambien esta, al igual que sus padres aumentando la tension del momento cuando al mirar a mi madre, recuerdo sus planes macabros.—Es hora de anunciar una bue