GRECOAlyona se descontrola cuando no le doy respuesta, pero no puedo exponer a Nina de esa forma... todos a su debido tiempo sabrán que nos pertenecemos, pero no por ahora.—Dime la maldita verdad, se hombre y confiesa que ya no me buscas porque ella es más que un simple trámite.—Estas equivocada Alyona y en todo caso, no tengo porque darte explicaciones a ti—le soy directo—no eres nada mío y mucho menos ahora que sospecho de ti.Se pone furioso y se me viene encima dándome boletas que no detengo, permito que descargue su rabia. Al cabo de uno segundos sostengo sus manos para controlarla cuando llora, grita, y maldice.—Ya cálmate—le pido tomándola de las muñecas.—Eres un maldito desgraciado, te di lo mejor de mí, lo mejor, sabes que te amo y me sales con esta canallada—grita y sus padres no van a demorar en venir—no mereces ser feliz.—Entre los dos había solo sexo—aclaro soltándola.—Mentiroso. Me prometiste que sería tu Luna, que anunciaría que estaría a tu lado, así que no me d
NINA Abrazos, besos y palabras bonitas. Es lo que debería de recibir por estar en peligro y secuestrada, pero no es así. Si, esa es mi realidad, mi familia me trata peor que nunca y solo les importa el dinero y su estúpida venganza. —Ya sabes lo que vas a hacer—presiona mi papa—no me decepciones esta vez y consigue que Greco firme los malditos documentos asegurándote. Estamos en la parte trasera de la casa, aquí nadie puede escucharnos y lo agradezco porque si se enteran de lo que pienso hacer, merezco la muerte, el desprecio y odio de todos ellos. —Con el secuestro hay una razón de peso—es mama—por eso le hablaras, buscaras la manera y no quiero escuchar queja. —Llora, tu también pon tus condiciones, pero quiero estos documentos firmados Nina. —Hare lo que pueda—es lo único que me da para responder. —¿Ya lo hiciste con el? —pregunta mama, escandalizándome. El sexo es común entre nuestras especies, no es tabú, pero a mi se me da un poco de vergüenza, tocar este tema delante d
NINA—Por favor amigo, si me quieres un poco, vete, no quiero meterte en problemas.El rostro de Greco evidencia rabia y en tres pasos ya está detrás de Matthias.—Suelta a mi prometida—sentencia Greco alterándome las pulsaciones—o tendrás muchos problemas.El aire pesa a mi alrededor, los latidos se me aceleran y cara de mi prometido hace que las rodillas se me muevan solas. La garganta se me cierra con la mirada oscura antes de ver que me suelto a malas de mi amigo que se pone de pie para encararlo.—No te tengo miedo y solo quería hablar con la mujer que desde mucho antes de conocerte, es mi amiga.—Pues yo soy….—Greco me mira por un momento tragándose las palabras.Por un momento pienso que lo va a decir, que le dirá al mundo que el y yo nos pertenecemos, pero no resulta ser de esa manera logrando que por un momento el corazón me duela.—Ella es mi prometida, así que te prohíbo que te acerques a ella.Demanda con una autoridad que me pone a temblar aquí sentada.—Tu a mi no me pro
NINANecesito que me ayude a entender ¿me explico? agonizo y mi corazón se está quemando con los pálpitos vivos que suelta.—¿Qué quieres de mí? —repito. las lágrimas emergen la cuales se mezclan con las gotas de lluvia que golpea mi cara y me escurecen la vista. El no es más que una estatua sin expresión mientras yo siento que ya ni soporto los latidos acelerados que se estrella contra mi tórax—eh idiota ¿qué estás buscando? ¿dime de una maldita vez que te pasa conmigo?Se me viene encima tomándome del cuello y su cuerpo se une al mio cuando me estampa contra la camioneta en un movimiento rápido que me corta la respiración mientras absorbo su perfume que llega a mi nariz mezclado con el aire que sale de su boca.—Que quieres de mi—insisto con lagrimas en los ojos, desesperada, angustiada.—No lo sé Nina—dice y cierro los dedos en su muñeca de su mano derecha—no sé qué quiero de ti, me confundes y más cuando no soporto que nadie te toque, no quiero que nadie te mire y lo peor, es porq
NINA Me hago a un rincón de la cama, es mejor así para evitar tentaciones. —No seas miedosa Nina, y acércate mas—me pide—no va a pasar nada que tu no quieras. Ese es el problema, que deseo que pase de todo. No me muevo, no quiero hacerlo. Greco es como esos animales que huelen tu miedo y es mejor mostrarle seguridad. Solo le pido a Dios mientras me encojo en la cama, que me de la fuerza necesaria para resistirme a lo prohibido. Pero es que lo amo demasiado y mi loba esta loca por el. La alcoba se alumbra con el destello en el cielo que avisa que aun sigue lloviendo fuertemente y me encojo mucho mas asusrada, me dan miedo los truenos. Le doy la espalda al problema cuando se levanta apagar las luces y cierro mis ojos con fuerza al sentir como hunde la cama acostándose a mi lado. Es amplia, pero estar con Greco ningún espacio es lo suficientemente extenso para no desearlo. Las palabras de mi madre se me vienen a la cabeza y no quiero entregarme a el, solo para dominarlo, es porque
NINA —No puedo hacerlo—me dice a punto de penetrarme y dejarme con las ganas de sentirlo. —¿Qué porque si yo quiero? —le digo tomándolo de la cara en un intento desesperado—¿no me deseas? —Por la madre luna Nina, mira como me tienes—levanto la cabeza viendo lo que sostiene—te deseo demasiado, pero se que eres virgen y deseas hacerlo cuando estemos casados. —No, no te preocupes por eso, quiero hacerlo así, contigo. Vuelvo a besarlo para convencerlo, en verdad quiero estar con él, porque lo deseo, porque es mi mate y porque es el hombre que amo. —Detente Nina—besa mi mano—no, no podemos, si continuamos no podre detenerme. Se tira a un lado y suspira hondo. Ha dejado de llover, pero yo tengo mi entrepierna demasiado mojada para quedar asi con estas ganas de sentirlo. —No debería de contenerte—le digo sinceramente—sere tu esposa, esto va a pasar tarde o temprano. —Si, lo se—me lleva contra su cuerpo cuando me abraza por la cintura—pero siento que deseas muchas cosas y no quiero d
NINACreo que apenas me da tiempo asentir cuando se agacha abriéndome de piernas más de lo que estoy. Empuja poniendo distancia entre mi culo y la cama, las piernas caen a cada lado suyo y acerca la nariz a mi sexo oliendo mi femineidad logrando que me estremezca con su aliento cálido que toca mi sexo húmedo.Alzo la cabeza justo en el momento que abre la boca cubriendo mi sexo entero dándome la primera chupada y vuelvo la cabeza a la almohada con el placer extremo que me ofrece.Pasa la lengua capturando mis jugos sexuales.—Rica—dice antes de volver a pegarse.Sacudo mi cabeza soportando lo que avasalla mi pecho y su lengua me hace de todo provocando que mueva mi cadera con las piernas temblándome cuando se me sale su nombre en medio del momento y mis neuronas comienzan a hacer corto circuito.Siento que me voy a morir con lo que me recorre todo el cuerpo.Me cuesta no gemir mientras intento no perderme del todo en el momento bloqueando cualquier tipo de sensación que no me permita
NINA Sábado en la mañana disfruto del sol en la piscina de la mansión con Gigi, desde lo sucedido hace una semana hemos tenido una excelente relación y paso unos momentos con ella, antes de ir a la cita que tengo con mi mejor amigo. Gamal, esta nadando y le doy un sorbo a mi margarita disfrutando del sabor y la compañía que es lo mejor. —Con Alyona no he tenido mucho contacto—me dice ella con un tono triste—despues de lo sucedido, la verdad prefiero mantener mi distancia con ella. —Deberías hablar, lo que pasa es que muchas veces frente a una situación como esta, no sabemos como reaccionar, pero yo se que ella te quiere mucho. —Tu no me dejaste sola—me dice ella—por más que te pedí que me dejaras, no me abandonaste y aun no puedo creer ella como hizo eso, además es una Beta, es poderosa, podíamos enfrentar el peligro, pero prefirió correr dejándonos, dejándome herida. El sujeto que capturaron se lo devolvieron a la manada de Matthias, no sé qué fin tendrá, no han dicho nada, per