Cuando ya llevamos varios pasos, volteo sobre mi hombre para ver lo que provoco en Cassie. Sinceramente me da risa, si yo no le importase como ella dice no me viera con ganas de fusilarme, ni mucho menos de quitarle los ojos a Fer. Esta celosa mi dulce niña, ahí está una cucharada de su propia medicina. Es dulce el sabor de la venganza.

Al pasar el tiempo que teníamos para esta playa, nos montamos nuevamente en el autobús y vamos ahora a playa corazón.

Sigo bailando, pero esta vez Carol se une al grupo e invita al grupo de su hermana. Bailo con la rubia tan parecida a mi dulce atracción. Carol me sigue bebiendo, vaya que puede darse la mano con Flora y Akira, tienen esa personalidad extrovertida y amigable.

Sonrío al notar a Danilo bailando con Tatiana. Los dos se compenetran tan bien que no pareciera que se evitasen a toda costa.

Las horas pasan a una rapidez vertiginosa. Pasamos toda la tarde jodiendo, de playa en playa, tomando, bailando y riendo. Tenía harto rato que no me divertí