Jonathan se detiene a dos pasos de mi, esperando que sea yo la que compruebe lo que contiene el pequeño cofre.

《 ... apesar de que era tu propia sangre nunca lo quisiste, nunca lo amaste 》

Me saco la máscara que me sofoca, queriendo calmar este sentimiento abrumador que me desmorona, mientras acortó la distancia entre nosotros.

Mis manos tiemblan, pero aun así, abro lentamente el cofre.

《¡NOOO! POR FAVOR.. ¡POR FAVOR NO LO HAGAS! ¡¡NOO!! TEN PIEDAD.. ¡¡¡POR DIOS TEN PIEDAD!!!》

El eco de mis desperados gritos nuevamente retumban en mi cabeza, reviviendo su imagen ante mis ojos, el recuerdo de como aquella noche me lo arrebataron cruelmente.

— ...debe ser fuerte mi señora, aun no puede dejarse caer — escucho como Jonathan trata de mantenerme en pie.

Pero el dolor que siento es indescriptible, aun más que la irá que me calcome lentamente.

《 Era verdad ¡Lo entregaste como a un trofeo!》

Cierro denuevo el cofre, todavía con las manos temblando, por el tormento que me causa confir