Capítulo 24Luter estaba sentado con su madre y recibió una llamada de su secretaria – lo siento señor García, es que aquí hay un niño que lo busca – hizo una pausa – de forma muy insistente – ¿un niño? – preguntó Luter sin saber quién podría ser – pregúntale su nombre – se hizo silencio del otro lado de la línea – su nombre es Dante Jonson – ¿qué demonios hace Dante aquí? – dijo él en voz alta – no lo dejen ir a ningún sitio – claro señor García – él colgó y se dispuso a irse – lo siento madre, debo irme – su madre sonrió – te persiguieron los problemas? – un problema en específico es un chico muy volátil – dio una explicación a medias y salió corriendo. Llegó a la empresa, tenían al chico rodeado del personal de seguridad en el vestíbulo – oigan, les dije que no lo dejarán irse, no que lo tratarán como criminal. – lo siento señor García – dijo Paul, el jefe de su equipo de seguridad – como no dio indicaciones específicas no sabíamos cómo actuar. – pueden retirarse – le d
Capítulo 25Después de todo, la llegada de Mía fue menos tormentosa de lo que creyeron Dante y Luter en un principio, excepto por la discusión entre Luter y ella, después de tener sexo, salieron a buscar a Rex y a Dante. Como supuso Luter, los encontraron acabando con el abastecimiento de carne en el restaurante donde él llevara a Dante el día anterior. Rex los vio entrar. – ya arreglaron sus problemas? – les pregunto a vos de gritos, todos los comensales, que ya de por sí los miraban por las exageradas porciones de comida, los miraron con más atención – no respondan – dijo cuando estaban más cerca – puedo oler mi respuesta – se tapó la nariz – en serio, huelen a sexo – les dijo Dante – mucho – Mía estaba roja de la vergüenza – ustedes no pueden mantener la boca cerrada? – les pregunto Luter y ambos negaron – Dante, ¿crees que seas capaz de llegar a casa de Lania por tu cuenta? – si me dejas dinero – estiró la mano, Luter saco la cartera y le puso un billete de cien en ella – no
Capítulo 26Luter estaba feliz, Rex y Mía llevaban unos días en la casa así que la tenía a ella para él. Tratando de convencerla de quedarse a su lado. – ¿cómo puedes vivir en la ciudad? – le preguntó Rex, estaban sentados en la terraza, miraban a dante de nuevo en la piscina – ¿qué haces cuando tienes ganas de cazar? – no lo entenderías, hasta ahora mi lobo había estado preso, la última vez que me convertí antes de ir a vivir con ustedes tenía cerca de diez años, así que nunca tuve la necesidad de cazar – ¿y qué harás ahora cuando las tengas? – se interesó Mía – pues, simplemente puedo ir donde están ustedes, no creo que Luck vaya a poner inconveniente. De todas formas, tampoco creo que sean unas ganas incontrolables. – respondió Luter – si, en eso tienes razón, igual debes traer al cachorro para que cace con nosotros, él no se va a poder controlar – dijo Rex y señaló a Dante. – señor Luter – dijo Sandra acercándose a ellos – la señorita Lara lo espera en el recibidorLara, a
Capítulo 27Luter subió las escaleras y se encaminó a la habitación de Rex, cuando entro estaba Dante tratando de recolocarle el hombro. – por Dios ya dejen el salvajismo, vamos a un hospital. – ella estaba desesperada pidiéndoles que pararan, Rex y Dante la ignoraban. Vio a Luter entrar – vamos a un hospital – le pido a él – decimos que fue un accidente, no se va a meter en problemas – de pronto los tres hombres se quedaron paralizados y en silencio por un momento y después comenzaron a reír. – por favor Sandra – le dijo Rex, respirando con dificultad, ve a ayudar a la señora Lania, después ven y yo te explico todo – él quería sacarla de ahí mientras le ponían uno que otro hueso, que se la había salido de lugar, donde iba. Ella no preguntó nada más, salió sin rechistar, se quedaron ellos tres solos – pobre chica, está que es un puto nervio. – vine a disculparme – soltó Luter de golpe – me parece justo, pero no pienso aceptar la disculpa a menos que me ayudes a poner mis h
Capítulo 28Luter estaba durmiendo, había pasado a ver a Rex, no lo había visto durante el resto del día porque se había dedicado a arreglar el desastre que provocó, el chico se encontraba bien. Teniendo en cuenta lo que sucedió, Sandra se había encargado de cuidarlo; de forma muy escéptica, él no preguntó, pero estaba seguro de que el loco de Rex, le había dicho la verdad. Incluso a él le pareció que ella lo miro extraño. Lo despertó el timbre de su teléfono, esa canción tan tonta que eligió Dante esa misma tarde para él. Miro el reloj, eran las tres de la madrugada. – Luck, ¿qué es tan importante que no puede esperar hasta que amanezca? – esto es serio Luter. No te habría llamado si no fuera importante – entonces habla – ¿dónde está Mía? – con la simple mención del nombre de Mía, Luter se espabiló de golpe – ¿cómo que donde está Mía?, ella salió desde temprano de aquí, debería haber llegado hace horas – puta m****a – gritó Luck al otro lado del teléfono – ¿qué sucede Luck? –
Capítulo 29Luter siguió caminando a pesar de haber escuchado a su hermano gritándoles, se dirigió al coche por el Maletín que puso en el auto con ropa para cuando sucedieran estás cosas, lo saco de la cajuela y tomo de su interior una muda de ropa. – Luter – vino Luck tras de él – ¿qué demonios quieres Luck? – piensas dejar a Mía? – no voy a hablar contigo de eso, ni de nada más en este momento. En cuanto me termine de vestir. Me largo – ella te ama imbécil, no le importa que seas como eres, ni que no quieras ser un lobo. Ella te ama. – Luter lo ignoro, término de poner la ropa en su cuerpo. A Luck eso le molestó y lo sujetó del cuello de la playera – suéltame, no quiero que me toques – sujetó su brazo y lo saco de su ropa. – no tienes idea de lo que acaba de decirme. Ya basta – eso le digo yo a ustedes dos, deténganse ahora – dijo Declan interviniendo en la discusión, por miedo a lo que pudiera pasar entre ellos, aún mantenía su forma de lobo – a lo mejor si se escuchan uno
EpílogoLuter ya llevaba más de un mes alejado de Mía, él y Dante se la estaban arreglando bien en casa, aún no habían tenido la necesidad de ir de caza, no se sentía en condiciones de verla aún. Salió de la empresa y se dirigió a su auto, se subió sin mirar y recostó la cabeza en el respaldo del asiento. El dolor de cabeza era casi perpetuo desde hacía unos días. – llévame a casa Mike, necesito descansar – dijo dirigiéndose a su chofer – no creo que eso sea posible, tengo otros planes – le respondió una voz que conocía más que bien, la voz de Mía. Levantó la cabeza y la miró por el retrovisor del auto – ¿qué haces aquí Mía? – ella sonrió en respuesta – no pensé volver a verte – pensé que te alegrarías de verme – y lo hago, pero después de lo que escuché de tu boca. No creí volverte a ver. – ella arrancó el auto, esto a él le recordó el día en que se conocieron – esto es secuestro – después que termine de hablar contigo, si quieres me denuncias – ambos lo estaban recordando. Su
Después de ser un Alfa en mi manada durante los últimos diez años, desde que a mi padre se le ocurrió desaparecer de la faz de la tierra, dejándome con todas las obligaciones que deberían ser suyas, caer en la trampa de un par de vejestorio ha menguado mi autoestima y me trae de un humor de perros, gracias a Mía, mi luna y mi hermana. No he cometido una locura, ahora estoy aquí esperando que llegue con Luter, mi hermano gemelo, estar separados durante los últimos veinte años, nos ha convertido en extraños, pero es la única opción que tengo para proteger a mi manada, así que debo tomarla. Cambiar de lugar con él para que nadie se entere de la gravedad de mis heridas.- cualquiera que vea tu cara podría pensar que estás enfermo- me dijo Rex, el es mi mejor amigo y ahora mi beta. Pero es el tipo más bromista que conozco.-¿si he?, cualquie