Al regresar a la suite presidencial del hotel, el dúo de madre e hija dormía de espaldas la una de la otra.

Cherie envió un mensaje a Boyle mientras se escondía bajo las sábanas: "Hoy no puedo ir a casa. Mi madre está aquí en la capital y se enteró de lo nuestro. Dijo que quería reunirse contigo mañana".

Boyle no tardó en responder: "Puedo conocer a tu madre".

Cherie se sintió un poco reticente y dijo: "Por favor, no lo hagas. ¿Qué vas a hacer si mi madre te pone las cosas difíciles? Simplemente le diré que ya has vuelto a tu ciudad natal y así no podrá conocerte".

Boyle no era el tipo de persona que se echaba atrás cuando se trataba de problemas como estos, así que dijo: "Si al final todavía tengo que conocerla, será mejor que la conozca antes. No tengo miedo de que tu madre me ponga las cosas difíciles y, además, aún eres joven y, de todos modos, debería hablar con tu familia sobre nuestra relación. No te pelees con tu familia por mi culpa, ¿si?".

Cherie siempre había sido