Samantha recibió una llamada telefónica de Shayne en el instante en que terminó su horario escolar.

“Hola, hermano mayor, ¿está lloviendo sangre hoy?”.

“¿Qué estás diciendo?”.

Samantha dijo: “Porque si no, ¿por qué me llamarías?”.

Shayne soltó una tos incómoda cuando dijo: “Estoy esperando en la entrada de tu escuela”.

Samantha tenía los ojos muy abiertos y estaba tan sorprendida que se quedó boquiabierta mientras exclamaba: “¿Estás siendo secuestrado, hermano mayor? Parpadea si te secuestraron”.

“Samantha Jinn, ¿tu hermano vino a recogerte a la escuela y me interrogas?”.

Shayne escaneó a la multitud en la entrada de la escuela mientras hablaba por celular, “Ya te vi. Ven aquí”.

Samantha obviamente pudo ver el Porsche azul que estaba estacionado junto a la entrada. Era demasiado llamativo y sería muy difícil pasarlo por alto.

Después de sentarse en el asiento del pasajero delantero y abrocharse el cinturón de seguridad, Samantha se quejó: “¿No puedes conducir algo de más bajo