Amaneció y estoy cansada, como si hubiera corrido una maratón, aun no puedo sacar ese cuchillo de mi mente, recuerdo el sueño y mi cuerpo se vuelve a estremecer de terror. Miro a mi lado y ahí está mi Azzael con sus ojos cerrados, su rostro refleja una paz infinita, y una leve sonrisa asoma en sus labios – otra vez mirándome?

-No puedo evitarlo, eres tan atractivo, y lo abrazo mientras beso sus carnosos labios. Se sienta y quedo en su regazo, corre un mechón de pelo de mi cara y me dice… Estás bien? Anoche no podía calmarte, estabas fuera de sí.

-Estoy mejor… le respondo, anoche fue el sueño más horrible de mi vida, sentir que te ibas de mi lado, Azzael si algo te pasa yo me muero, anoche sentí tu partida y sentía que me arrancaban el alma, que no podía respirar y solo fue un sueño, si pudiera dar mi vida por ti lo haría. Porque si te pasara algo no podría seguir viviendo.

-Me mira y me dice, te repito amor, nada me pasará, no puede pasarme nada, porque no soy humano, la muerte es sol