Dejar claro a su padre sus sentimientos hacia Sofía era el comienzo de un largo viaje de autodescubrimiento. Decir en voz alta que le gustaba le hizo darse cuenta de lo que pasaba por su mente.Desde el momento en que decidió no borrar de su celular la foto que se tomaron juntos en Japón, supo que algo estaba pasando. No era solo atracción física, había algo más que eso. Era un sentimiento sublime, mezclado con el deseo de estar cerca. Pero tenía miedo de asumir sus sentimientos y volver a salir lastimado. Por eso trataba de contenerse, para no seguir a su corazón.Pero de repente, todas las piezas empezaron a encajar, la verdad fue saliendo a la luz poco a poco, y una mentira se fue deshaciendo tras otra, hasta que apareció un gran sueño que no sabía que tenía.Ava.Esa niña apareció para cambiar toda su vida y eliminar todas las negaciones que se atrevía a decir en voz alta. Y por si fuera poco, Ava vino a él directamente de la persona que tanto dominaba sus pensamientos.Ya pasaba d
Al día siguiente, al abrir los ojos, recordó la noche anterior.Después del beso, que no rechazó, fue llevada en brazos a la cama, permitiendo que él, lentamente, le quitara la ropa.—No hice eso —susurró, tapándose el rostro con las manos, sintiéndose arrepentida por haberse entregado demasiado rápido.Como el reloj aún no había sonado, creyó que era temprano e iría a buscar a Ethan para decirle que aquello no volvería a suceder.Al abrir la puerta de la habitación, se encontró con Marta, que tenía a Ava en brazos.—Buenos días, Marta. ¿Llegaste más temprano? —preguntó confundida.—Buenos días, Sofía. No, llegué a la hora de siempre.—¿Hora de siempre?Aún confundida, vio su celular en el sofá y, al tomarlo, sintió que el alma se le salía del cuerpo.—¿Son más de las diez y media? —Se asustó.—Así es.—¿Cómo así, por qué no me despertaste?—Pensé que sabías la hora.—No, no lo sabía, ni siquiera oí la alarma de mi celular —se quejó.—Yo tampoco oí nada.—Dios mío, estoy atrasada.Corr
De repente, el mundo entero pareció quedarse en silencio, y solo pudo escuchar el sonido de su corazón. Latía acelerado, tan acelerado, que de pronto todo su cuerpo comenzó a temblar de manera extraña, haciendo que sus piernas empezaran a perder fuerza gradualmente.¿Qué estaba pasando?Ethan seguía con la boca cerca de su oído, lo que la hacía estremecerse por completo, de una manera que solo él sabía lograr. Su voz sonaba tierna y dulce, y su perfume embriagador hacía que todo aquello la estuviera llevando al paraíso, sin necesidad de salir de la Tierra.—Lo estás haciendo de nuevo —dijo ella, con una voz tan baja que demostraba cuánto la había cautivado esa frase.—¿Qué estoy haciendo? Dime —preguntó él, haciéndose el desentendido.—Confundiéndome —intentó alejarse, pero él no la dejaba—. Ya te dije que no hicieras este tipo de cosas.Apretando su cintura con más fuerza, Ethan quería asegurarse de que ella no se escaparía de allí de ninguna manera.—No quiero confundirte, ya te lo d
Fue la primera vez que se sintió tan entusiasmada con el "trabajo", aunque estaba muy asustada, aceptó ese puesto de inmediato.Al día siguiente, viajaron a México, ya que había mucho trabajo allá.El apartamento donde se quedarían era lo suficientemente grande para los cuatro. Había una suite donde los dos dormirían juntos, una habitación para visitas y una habitación para que Marta y Ava durmieran juntas.Marta estaba emocionada de regresar a México, pues llevaba más de 8 años lejos del país.Sofía descubrió que los padres de Marta vivían a solo unos kilómetros de donde se iban a quedar, así que le prometió darle algunos días libres para que visitara a sus padres, pues ella también planeaba visitar a los suyos.Como notó que en la agenda de Ethan habría algunos días libres, iba a sugerir que fueran a su casa para presentar a Ava al resto de la familia.Desde que su madre se fue de Estados Unidos, las dos no habían vuelto a hablar.Como Sueli le había dicho a su hija que ya no debía l
Estar de vuelta en su tierra natal la emocionaba, recordando que había vivido muchos momentos felices en aquel lugar.Era fin de semana y había un feriado en la ciudad. Sabía que, por esa razón, sus padres estarían en la posada donde trabajaban, así que condujo hasta allí sin avisar que iría, pues quería darles una sorpresa.Estacionando el auto frente a la posada, bajó y esperó a Ethan, que sacaba a Ava de la silla para bebés. Mientras miraba por la puerta de vidrio del frente, su hermana Rose la vio.—No lo puedo creer —dijo Rose.Saliendo de detrás del mostrador, corrió a abrazar a su hermana.—Hola, hermanita —la saludó Sofía.—Sofía, volviste —decía con lágrimas en los ojos.—Pues sí, volví.Emocionada con la presencia de su hermana, Rose dio un grito de felicidad que llamó la atención de su madre, que pasaba por la recepción.—Mamá, mira quién vino a visitarnos —decía Rose alegre, jalando a Sofía hacia dentro de la recepción.Sueli miró a su hija por unos segundos, hasta que cami
Desde el momento en que descubrió su embarazo, creyó que su vida cambiaría completamente y tardaría mucho tiempo en volver a la normalidad. Jamás, ni en sus mejores sueños, imaginó que la escena que tenía frente a ella ocurriría en menos de un año.En la cocina de la posada, toda su familia comía reunida, conversando y contando chistes. Todos se esforzaban por hablar en inglés para que Ethan no se sintiera tan fuera de lugar, ya que lo habían aceptado como miembro de la familia.Cuando José, el padre de Sofía, lo conoció, lo abrazó de inmediato, demostrando lo feliz que estaba con la elección de su hija.José fue tan receptivo con Ethan que insistió en presentarlo a todos sus amigos y empleados que estaban cerca, diciendo con orgullo que ese era el novio de su hija menor.Ethan había notado que la familia de Sofía y la gente de México eran muy acogedoras, muy diferentes de todo a lo que estaba acostumbrado en Estados Unidos.También notó que Sofía parecía mucho más feliz y radiante mie
En una habitación blanca, a prueba de sonido, Eva caminaba de un lado a otro, hablando sola.Sus manos estaban lastimadas de tanto arañarse debido al nerviosismo y el estrés que sufría allí. Su cabello estaba enmarañado, mostrando que no había sido peinado por un largo período.Desde que había sido encerrada en esa habitación, no había salido de allí para nada. No tenía contacto con otras personas y lo único diferente que veía a lo largo del día era su comida, que llegaba por una pequeña rendija en la puerta de la habitación. Todo era monótono.En su cabeza, a lo largo del día, solo pasaban pensamientos de venganza. Quería encontrar una manera de salir de allí e ir tras Ethan, para acabar con su vida y la de todos los que lo ayudaron a ponerla allí dentro, siendo tratada como un animal, encerrada y sin derecho a nada.Decidida a salir de esa situación, decidió que usaría cualquier método posible.—Hora de la cena —dijo una voz, abriendo la rendija de la puerta.La mujer que entregaba l
Reflexionó un poco sobre lo que acababa de escuchar. Desde el momento en que decidió poner a Eva en aquel lugar, quería que pagara en vida lo que había hecho, jamás pensó o deseó su muerte, pues su intención desde el principio era solo prevenir que hiciera daño a alguien más.—Está bien, pueden cremarla y arrojar sus cenizas al mar.—De acuerdo, señor, haremos lo que pidió. Una vez más, nos disculpamos por lo ocurrido.Al colgar el teléfono, vio a Sofía acercarse.—Ethan, ¿está todo bien? —Notó su inquietud.—Todo está perfecto, creo que no hay nada más que pueda mejorarse hoy —respondió él.Al ver que la expresión en su rostro había vuelto a la normalidad, decidió no preguntar quién había llamado. Sabía que Ethan tenía sus secretos y respetaba su espacio.—¿Vamos a comer algo? Toda esta emoción me dio mucha hambre —dijo ella.—Está bien, comeremos algo para celebrar —respondió abrazándola.La intención inicial era salir a algún lugar privado, pero como el ambiente en el bar de la posa