Wiliam quería dejarla en paz y accedió a ver el cuerpo y retirarlo.

No quería que ella tuviera miedo.

Después de todo, él era su protector y debía actuar como tal.

Tan pronto como subió las escaleras, Amora le mostró la habitación a William.

"¿Por qué habría un cuerpo aquí?"

Willam miró su habitación con asombro.

" No tengo ni idea"

Tan pronto como mostraron dónde estaba cuando entraron a la habitación, no había nadie allí.

"Lo juro, se cayó de la pared y su ropa estaba hecha jirones".

William entonces se da cuenta de que él era el temido cadáver.

Sonrió, efectivamente era un cadáver, pero un cadáver viviente, aunque muchos creyeran que eso era imposible.

Luego miró a Amora, con ganas de reír, aunque su prometida tenía miedo de que se divirtiera.

Amora está confundida, pero en cuanto se da cuenta de algo, el hombre frente a ella tenía casi todas las características.

La ropa hecha jirones y el mismo pelo.

Lo único que no tenían en común era la delgadez.

El cadáver sólo tenía piel