—¡¡Mikael!!...

Karen no podía encontrar a Mikael y eso le pareció extraño ya que lo buscó por toda la casa y no lo encontró en ninguna parte, “es extraño, no escuche ningún auto salir” ella no esperaba que Mikael no se encontrara en la casa y mucho menos salir sin decirle a ella que saldría, además el reloj marcaba las 10:00 de la noche, en el poco tiempo que tiene de conocerlo sabe que en ese tipo de hombre que trabaja tan tarde

—Consuelo, ¿sabes dónde está Mikael? —preguntó a la anciana ama de llaves

—No señora, solo vi que salió en uno de sus autos, pero no dijo a dónde iba.

Ella se sintió aún más confundida ya que creía que las cosas entre ellos habían mejorado después de haber hablado aquella mañana, pues después de lo sucedido con su mano derecha él le dijo que no se repetiría lo que pasó, qué aceptaba su error hay confiar ciegamente en su empleado cuál ya que él estuvo revisando las cámaras de seguridad y se dio cuenta que había alteraciones en ellas, no sabía que él las altera