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EL POV DE EMILY.

Ambos nos detuvimos y, por el rabillo del ojo, pude ver que Sadie se tensaba. Mis labios temblaron y mi ritmo cardíaco comenzó a acelerarse lenta pero constantemente, aumentando gradualmente hasta convertirse en un latido maníaco.

¿Cómo fue que estábamos discutiendo temas tan problemáticos en la sala de estar?

“¿Ambos vieron un fantasma?” Preguntó Mandy, alisándose su vestido de noche de satén.

“¿Qué?” —Preguntó Sadie, entrecortadamente.

“Ambos son enviados a buscar. La cena está a punto de empezar. Dijo, y miró de mi cara a la de Sadie, antes de darse la vuelta y caminar de regreso por la puerta.

“¿Tú… crees que ella escuchó algo? Ella no lo hizo, ¿verdad? ¿Parecía que nos escuchó decir algo? Pregunté, con mis ojos fijos en la puerta como si fuera a abrirse de nuevo.

“No sé. Estoy tan despistado como tú”.

“¿Qué fue lo último que dijimos?” Pregunté, olvidando de repente lo último que había dicho.

“Tú y el embarazo”.

“Oh Dios mío, oh Dios, oh Dios, esto no es bueno”