Han pasado un mes desde, la última vez que vimos a Edward y Martin, al día siguiente de nuestro último “enfrentamiento”, nos fuimos del hotel para regresar a nuestras vidas. Gara, volvió a regentar el hotel rural y a cuidar de su hijo, yo le ayudaba mientras me encargaba de dirigir el proyecto en el que estaba trabajando. La diosa y yo pensábamos, que nuestros intrépidos enemigos, intentarían ponerse en contacto con nosotras, para poder vengarse, después de la broma de los paquetes.Habíamos convertido este juego en algo más que un reto. Yo sabía que al insoportable señor Stewart, le encantaban los desafíos. Poco después supimos, por mi tío, que ya habían acabado los negocios entre ellos, así que el CEO de Stewart Holding y su abogado habían regresado a Inglaterra.Nos sentimos decepcionadas, encima, gracias a las redes sociales, descubrimos que el Playboy de Martín, había asistido a algunas fiestas del brazo de su última conquista, una rubia americana, de piernas larguísimas. Mi di
Cuando llegamos al lado de mi tío vimos que estaba reunido con otros hombres de negocio. Mi tía estaba hablando con las mujeres de los empresarios. Dejamos a Jonay reunirse, con otros niños que estaban jugando en una colchoneta inflable, y nos dirigimos a pedir una copa, lo necesitábamos.-” ¿Por qué tienen que aparecer en este momento?, el muy idiota. ¿Sabes lo que me dijo?. Podría haberlo matado”- dijo mi prima cabreada.-” Si es la mitad de presuntuoso de lo que, me dijo el gilipollas de Edward, poco le hiciste tirandolo a la piscina, tenías que haberlo ahogado”- le respondí.-” Me dijo que en mi papel de madre me deseaba más, estaba dispuesto, a pasar por alto lo de mi hijo, como si fuera un paquete, siempre que dejáramos claro que lo nuestro sólo era sexo. Eso sí, bajo sus condiciones”- -” ¿y por eso te sonrojaste?”- Le volví a preguntar extrañada.-” No por eso lo tiré a la piscina...me sonroje porque me dijo las mil y una forma con las que me iba a quitar este bikini, se ha pro
Cuando volví a la realidad me di cuenta, que había olvidado la situación con mi prima. Salí corriendo hacia donde había estado la diosa, Martin y el hijo de p... de su ex. Pero no había nadie, en ese momento se me acercó un camarero y me dijo:- "Señorita Watson su prima y su tío la están esperando en el salón para irse"-.Salí corriendo al ropero para recoger mi bolso y mi chaqueta, y me dirigí al salón, solo estaba Wilson esperándome.- "Lo siento señorita Watson, su prima decidió llevarse a tío, lo más pronto posible, porque prendía matar al señor Hernández. Su tía le dijo a la señorita Gara que lo llevara en uno de los coches, para calmarlo. Yo me quede a esperarla"--" ¿y dónde está el cabrón de Carlos?, tengo que cargármelo"- le dije al chofer mirando alrededor por si lo veía.-" El señor Stewart y el señor Conway, le contaron lo sucedido al señor Dimitri. Y mando al personal de seguridad, que los hiciera abandonar la fiesta al señor Hernández y a su esposa"- me confirmo Wilson m
Después de la ducha me encontré más relajada, No podía pensar más que en Edward. Solía llamarme bruja, pero creo que la que estaba hechizada era yo.Deseaba tener sus manos por todo mi cuerpo. Me acababa de duchar, y ya estaba sudando otra vez sólo de pensar en él. Habría ganado este juego, pero seguía deseándolo, Y no estaría satisfecha hasta que lo estuviera dentro de mí.Gara aún no había llegado. Eran ya las ocho de la noche, me imaginé que su entretenimiento, con el señor abogado, aún duraría. No sé qué locuras estaría haciendo, pero seguro que lo estaba disfrutando.Después darle la cena a Jonay, acosté al niño, le conté un cuento y pronto se quedó dormido.Así que me fui al salón, y me puse a realizar unos informes que tenía retrasado en el ordenador. En esta época del año no había clientes en el hotel. Así que tenía todo el salón para mí. Estaba tan concentrada en mi trabajo, que me sobresalté al oír el timbre de la puerta.- "¡Vaya ya se le olvidó la llave!, ¡es que esta chica
Me desperté con la sensación de que había sido la noche más completa de mi vida. Eduard seguía durmiendo a mi lado.Otra de mis reglas rotas. Nunca dormir, con ningún hombre. Sexo y cada uno para su casa.-" ¿Pero que me estaba pasando?"- pensé. En este momento recordé a Jonay, miré el reloj de mi móvil, ya casi era la hora de que se levantara.Mis movimientos despertaron a Eduard, que abrió los ojos al mismo tiempo que me atraía hacia él. En ese momento y por un breve segundo, al señor "sin expresiones en la cara" se le dibujo una de sorpresa. Se recompuso rápido, y me pregunto la hora.-" Son las 7 y media"- le dije -" pronto se levantará Jonay, no quiero que descubra a su tía con un hombre en la cama"- le dije separándose de él y me levante.-" ¿Mi ropa?"- me preguntó. Ayer, en uno de los pocos momentos de descanso lleve la ropa húmeda del sexy CEO a la lavandería del hotel. Y ya estaría seca.Me puse una bata, ya que estaba desnuda y no encontraba mi camisón, el que usé anoche.--"
-" ¿Si lo que estás pensando es que me baje la cartera, la dejen en el suelo, y pegue mis pechos a su espalda, mientras le agarraba el culo?, la respuesta es, sí. Mis pechos se pusieron duros casi al instante al sentir su espalda, y sus nalgas estaban duras, prietas, de esas que quieres agarrar cuando te están penetrando. Lógicamente, note que él se puso rígido e intento girarse al instante, así que aproveché, cuando se giró, rodee su cadera con mi brazo derecho y pose mi mano sobre su sexo. No olvidare su cara de sorpresa, al verme y sentir mi mano, le dije que a mí nadie me ignoraba, y menos un simple mortal como él"- no pude evitar reírme al oírla, ella continúo relatando lo que sucedió.-" Se atrevió a decirme, que hacía que podrían, vernos. Le dije que, si no quería que nos vieran, que mirara hacia delante, que así estaba llamando la atención. Él era lo suficientemente corpulento, para ocultarme y nadie sabría lo que le estaba haciendo. Deslicé mi mano y le abrí la cremallera de l
Me levante con una resaca, que merecía. La mejor manera de no pensar, es tener la cabeza ocupada, aunque fuera con un pequeño obrero con una taladradora agujerándome el celebro.-” ¡Muy bien Agy!, tu no aprendas, ¿para qué? De cabeza contra la piedra, y por si acaso, golpéate dos veces, no mejor tres...”- En ese momento de autocastigo, se le unió mi conciencia, añadiendo:-” ¿De qué hablas?, si perdiste la cuenta las veces que te distes contra “la piedra “, y te gusto golpearte. Le cogiste afición y ahora estas aquí en plan dramática, toda digna, lamentándote de haber entregado algo más, que tu cuerpo.”- Esto provoco un arrebato de rabia contra mí misma.-” ¡Oh cállate!, ya te he aguantado bastante. No me extraña que tuviera que emborracharme anoche, para no oírte, además, ¿Dónde estabas tú, cometía esas locuras?, ¿no es tu misión detenerme?”- me dije en alto. La muy m*****a, me respondió en milésimas de segundo.-“Disfrutando con el sexy, guapo, comestible, y delicioso Edward Stewart”
-” Se acabo, vamos a dejar de beber, cada vez acabamos peor”-, me dije, a la mañana siguiente, tomándome una pastilla para dejar de sentir esa resaca horrible.Si lo pienso bien la resaca, no estaba tan mal, porque la alternativa era peor.Consistía en ir a buscar al hombre, que me robo el corazón, y pegarle una paliza hasta que me lo devuelva, o entregarle resto de mí, para que se lo quede todo, hasta que encuentre a otra que le” ponga más cachondo”, y lo tire todo machacado a la basura.Como no me apetecía ninguna de las dos alternativas, decidí, que encerraría este secreto en mi corazón, bajo mil puertas y quince candados, con llaves de seguridad.Mi prima entró a la cocina, tan mal como yo me sentía. La mire y me hizo un gesto con la mano, no quería ni hablar.-” ¿Un café, arsénico, una bomba para acabar con Martin?”- le pregunte.- “No me tientes, que estoy por aceptar la última oferta, después de dos pastillas para la resaca y una taza de café fuerte, al estilo canario.¿Cómo un e